lunes, julio 02, 2007

CINE: 28 SEMANAS DESPUÉS

¡Hola a todos, PulpoManíacos! Pues sí, ya he vuelto, así que lo primero es lo primero: os pido disculpas por mi larga ausencia, pero creedme, he tenido mis motivos... No, no me he ido de vacaciones ni nada por el estilo... fue por cosas de salud. Pero bueno, lo importante es que aquí estamos de nuevo y que hay que empezar fuerte. Sin más preámbulos, nos vamos a la review de 28 Semanas después.

La película que nos ocupa es la secuela de 28 días después de Danny Boyle, el director de Trainspotting y Sunshine, que en este caso hace el rol de productor y pasa la batuta al español Juan Carlos Fresnadillo, que dirigió la inquietante Intacto. Así, que aunque volvemos a Londres en esta continuación, es de la mano de un guía turístico que realmente no es de allí, pero que nos va a buscar los rincones más escalofriantes.


Porque ésta es una película que descoloca al espectador, os lo aviso; que ya desde el potente prólogo de la historia nos va a dejar aterrados y sorprendidos, y esto durará hasta el mismísimo epílogo, además de que Fresnadillo nos deleitará en todo el proceso con sus dotes de dirección. Hay muchas sorpresa, sí, aunque no me estoy refiriendo exáctamente a la historia en sí. La trama es sencilla: 28 semanas después de que Londres fuera tomado por los infectados por el virus de la ira (los zombis, vaya), las fuerzas militares americanas ya tienen asegurada una pequeña zona a modo de isla donde ya comienzan a meter civiles para su repoblación. El resto de Inglaterra parece ya vacía de la amenaza, pero la isla es la única vigilada constantemente, por lo que allí es donde van a parar todos los refugiados que estaban de viaje en otros países, así como los pocos supervivientes locales. Un chico y su hermana mayor que vuelven de España (camiseta del Real Madrid incluida) se encontrarán de nuevo con su padre (interpretado por Robert Carlyle), que tendrá que explicar a sus hijos lapérdida de su madre, aunque se guardará algunos secretos... Entre los militares americanostambién tenemos a un vigilante francotirador con escrúpulos y una médico militar que sigue preocupada con lo del virus (y que está interpretada por Rose Byrne, que ya apereció en Troya y en la última de Boyle, Sunshine).



Más o menos, supongo que esperáis qué es lo que ocurre. Ni que decir tiene que nuestros amigos los zombis vuelven a aparecer y de nuevo traen el caos a la recien reconstruida ciudad. Lo mejor es que cuando aparecen, media hora después del prólogo o teaser, como viene siendo la norma, la historia toma un rumbo y un ritmo que no va a parar ni un segundo. La tensión se vuelve contínua, y os aseguro que no para ni baja el nivel ni un poquito. Aquí no hay escena del supermercado donde los personajes van a encontrar alivi mientras escuchamos una cancioncilla pop, sino que vamos a vivir el horror desde dentro. Y para ello, Fresnadillo nos mete en el mundo gracias a su dirección tipo documental, del estilo de la anterior sólo que incluso más exagerado, y de nuevo contando con cámaras digitales para dar esa textura que en muchos casos roza lo casero. El ejemplo más claro es en las partes en las que usa visión nocturna, ¿quién no ha probado eso alguna vez en su cámara de vídeo? Y en una película en la que, al contrario de la primera, no faltan zombis en ningún momento, las muertes y mutilaciones están a la orden del día, y más violentas que nunca. La escena en la que la gente se tapará los ojos o no podrá de dejar de pensar en ella es la primera con la que empieza el ritmo de la película, en la que sucede una muerte horrible, pero no os puedo contar más... Otra marvilla de elemento de la dirección que hace Fresnadillo es una escena en la que el espectador se convierte por primera vez en el objeto con el que se está golpeando a la víctima. Imaginaos ser el cuchillo de Psicosis y rodar la escena con visión subjetiva...

Pero en una película con tanta tensión y tanta acción, hay quizás un elemento que sufre más, y es la humanidad de los personajes y su mensaje. No estoy diciendo que las personas en esta película no tengan profundidad, que la tienen, pero no vamos a coger tanto cariño a los protagonistas como en la primera parte, donde nos sentíamos totalmente identificados con el personaje de Cillian Murphy, por lo que veíamos a través de sus ojos cuando sale del hospital y se encuentra una Londres desértica. Es como si en lugar de tener miedo por los personajes, tuvieramos más miedo por nosotros mismos en esta película, ya que la película es así de inmersiva. Otro aspecto que pierde, o que en lugar de perder más bien aparece más diluido, es todo el mensaje social que tanto aparece en las obras de Boyle y que en concreto en la de 28 días se identificaba con el Homo homini lupus. En esta secuela, tendremos la misma impresión, sobretodo por parte del ejército norteamericano, pero al contrario que en la primera parte donde los soldados tienen cara y nombre, aquí son una masa sin conciencia, por lo que recuerda al retrato que se hace de ellos en The Host en cuanto a su modo de actuar sin sentido, sólo que de una manera no tan cómica.



Al final, estos son pequeños "fallos" que quizás hacen la película algo menos profunda, pero que no estropean para nada la experiencia cinematográfica que Fresnadillo nos propone. Yo no soy muy aficionado a las películas de zombis, creo que Romero hacía unas películas entretenidas pero absurdas, y no muy moviditas, la verdad; por lo que sus últimas películas y remakes (en especial El amanecer de los muertos de Snyder, el de 300) me parecían cada vez más aburridas y estúpidas. Boyle entendió que lo que hace que las películas de zombis sean memorables no son sus muertes sino las vidas de los personajes humanos, por lo que con 28 días filmó la que posiblemete sea la mejor película de zombis sin apenas zombis. Si esto es así, 28 semanas después es la mejor película de zombis con más dosis de no muertos que haya visto. Una secuela digna de su predecesora, sin duda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta película es impresionante!!!! La prefiero mil veces a su predecesora. ¿Y cuando el negro (Michael de "Perdidos") se carga a un montón de zombies? (no digo cómo). Es genial todo ello. El ambiente, todo!! Carlyle y McCormack están increíbles. Hay algunos excesos en el guión, resoluciones un tanto innecesarias, pero, como tú dices, el epílogo y el prólogo son tremendos. Recomendable 100%, aunque avisaría que es muy sangrienta y los que estaban a mi lado se salieron a mitad de la película.
Espero que todo os vaya bien.
Un beso