viernes, octubre 01, 2010

PELÍCULAS: THE WARRIOR'S WAY



¿Recordáis el review de Ninja Assassin que hicimos algún tiempo? Bueno, para los que toméis ginseng y alguna droga para la memoria no os costará acordaros de que suspiraba por más películas de esa figura legendaria asiática que es el Ninja. Y las de El Guerrero Americano no valen.


Y la sequía de cine basado en los "guerreros de las sombras" sigue bastante acusada, sobre todo en occidente... Menos mal que de vez en cuando salen cosas como The Warrior's Day y a uno se le levanta la moral. Pero, ¿qué tiene esta película que nos pueda llamar tanto la atención? Bueno, para empezar la produce Barrie M. Osborn (El Señor de los Anillos, Outlander), y para terminar que salen ninjas pegándose con vaqueros (!).


El trailer a un pellizco.


¡Ah! Y casi se me olvida decir que aparecen Geoffrey Rush (Barbossa en la trilogía de los Piratas), Kate Bosworth (Lois en Superman Returns) y Danny Huston (el jefe vampiro en 30 Días de Oscuridad). Y si el reparto no está nada mal, la mezcla de estilos y de géneros que vemos en el vídeo tampoco es que tenga mala pinta. Así a botepronto saco referencias de Lobo Solitario y su Cachorro, Shanghai Kid y 300. El trailer promete, así que ya veremos en que queda el resultado final cuando The Warrior's Way (¿La podemos traducir ya como La Senda del Guerrero o la distribuidora apostará por algo más inspirado como Duelo de Espadas en el Lejano Oeste?) llegue a nuestras carteleras entre finales de este año o principios del siguiente.








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jueves, septiembre 23, 2010

VIDEOJUEGOS: DEMO DE BIOSHOCK INFINITE



Bioshock es uno de esos juegos que sin duda están resonando más en esta generación de videojuegos. Su mezcla de juego de acción en primera persona, rol y una ambientación y filosofía muy trabajadas consiguieron que el título alcanzara críticas excepcionales y unas ventas bastante jugosas. Tanto es así, que su secuela fue obligada, aunque el equipo de desarrollo original no se encargara de él, y por tanto, no alcanzara las cotas de calidad del primero según los consumidores.

Pero Irrational, los creadores del Bioshock original, le han dado una vuelta a su franquicia para ir desde la distópica ciudad submarina de Rapture hasta una Arcadia suspendida entre las nubes.

En el siguiente vídeo de demo de 10 minutos podremos echar el primer vistazo a cómo de grande ha sido ese cambio en la historia y jugabilidad. ¿Echaremos de menos a los famosos Big Daddies?


Lo cierto es que aunque jugué largo y tendido al título original y exceptuando al comienzo y la revelación del final, Bioshock me dejó algo frío. No sabría explicar exactamente el por qué, pero supongo que las mecánicas repetitivas y la poca variedad de escenarios jugaron algo en su contra. Esto no quiere decir que la ambientación no estuviera excepcionalmente recreada, con un nivel de detalle que ya lo quisieran para sí el 80% de las películas de género que se estrenan últimamente. Y si a esto le sumamos la integración de las corrientes objetivistas y los ecos de la ideología de Ayn Rand, nos sale una historia digna de contar, lo que deja a uno pensando qué pasará al final con la adaptación fílmica producida por Gore Verbinsky y dirigida por nuestro Fresnadillo.


Pero volviendo al Bioshock que nos ocupa, está claro que ha dejado una marca bastante clara en cuanto a creación de mundos creíbles ya no sólo en los shooters en primera persona, si no en los videojuegos en general, y esto lo demuestra la cantidad de títulos que han copiado algunos de sus aspectos jugables o narrativos. Por eso, los chicos de Irrational han querido tirar por la vía difícil y han preferido revolucionar su propia franquicia antes que hacer una secuela demasiado continuista. Bioshock Infinite parece una idea muy loca en principio, trasladando no sólo espacialmente la acción de una ciudad sumergida a una volante, sino también llevándola hacia atrás en el tiempo de la década de los 70 a la de principios del siglo XX. Los enemigos han cambiado, las herramientas también, y aunque parece que los plásmidos (poderes elementales implantados genéticamente) persisten, lo cierto es que ahora habrá que ver lo que hacen con la filosofía de los integrantes de la nueva ciudad... Si antes habían unas referencias claras a la guerra fría y al mcarthismo, lo cierto es que ahora no puedo imaginar por dónde irán los tiros.


Así, ya puestos en situación, entramos a analizar brevemente la mecánica de lo que parece que va a ser el juego final. En principio parece que las escenas scriptadas o dicho en cristiano, las acciones que siempre ocurren igual por estar escritas así, van a ser nuestro pan de cada día, y aunque no soy el mayor admirador de este sistema por eliminar de un plumazo la libertad y la sorpresa la segunda vez que se juega, hay que admitir que son espectaculares. Si el juego va a mantener este ritmo todas las horas que va a durar, estaremos sin duda ante una experiencia obligada para vivirla una vez. El siguiente vídeo no va a fastidiar a nadie que aún no sepa la historia de los dos primeros juegos, justamente por el cambio temporal que comentábamos antes, así que lo podéis ver sin miedo. Si por el contrario queréis saber más de Bioshock y no os apetece jugar a los juegos (cosa que comprendo pero que no recomiendo), tenéis un vídeo debajo con la historia resumida en 5 minutos.






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lunes, septiembre 13, 2010

REPASO VERANIEGO



¡Bienvenidos a todos de nuevo, PulpoManíacos! Imagino que muchos de vosotros ya empezabais a pensar que todo este tinglado se había venido abajo después de los dos largos meses que han pasado sin que el blog se actualizara, pero nada más lejos de la realidad. De momento no hay por qué sacar las hoces y las antorchas a la calle porque hemos vuelto y hay mucho trabajo por delante…


Y vaya si hay curro atrasado, que hemos pasado ni más ni menos que el verano entero sin una triste review que echarnos a la boca (o a los ojos), así que permitir a un servidor que para romper el silencio deje escrita unas palabras sobre la temporada cinematográfica estival.


El verano es siempre una época estupenda para disfrutar del cine sin pretensiones, y los grandes estudios lo saben, por lo que nos preparan sin falta una buena traca para que podamos huir del calor. Pero por otro lado, siempre ha sido uno de los momentos del año en el que se critican más las películas estrenadas, ya que según una gran proporción de la crítica es la época en la que los bodrios pueblan las multisalas. De hecho, estas personas que se posicionan contrarios al cine veraniego y por tanto, a favor del buen cine (siempre según ellos mismos), cada vez más proclaman a los cuatro vientos que la situación actual va de mal en peor y que cada año tiene peores estrenos que el anterior. Supongo que es cuestión de perspectiva y de los gustos de cada uno, ya que siempre me ha parecido bastante subjetivo (y aleatorio) el hecho de clasificar la calidad de las películas sólo por el periodo del año en el que se han lanzado. Cuestión que no quita que este 2010 pueda ser peor o mejor en conjunto en comparación con otros años.


Lo que está claro es que en verano prima el cine de espectáculo, el cine escapista y de palomitas, elementos ahora muy necesarios en un panorama en el que al cine justamente lo que le falta es la facilidad con la que entretenía antes a los espectadores que poco a poco prefieren mudarse a territorios más cómodos como son la TV y los videojuegos. Los estudios necesitan atraer de nuevo a la gente a las salas, pero los reclamos para llamar la atención del público potencial cada vez se van quedando más como lo que son: simples trucos que dejan de ser efectivos en el momento en el que los espectadores los han visto repetidos hasta la saciedad; como si un mago repitiera en todos sus espectáculos aquello de lo de cortar a su ayudante en dos.


Justamente, el mayor señuelo de este año ha sido el llamado “efecto 3-D”, que de comenzar como algo único y que podría revolucionar la narrativa y el aspecto visual del cine, ha pasado a ser un engañabobos más que sirve como excusa para aumentar en unos tres euros el precio de la admisión. Parece que este año, tras Avatar, se ha abierto la veda para ver quién es capaz de copiar el éxito de la cinta de Cameron y llevarse más tajada con sólo poner "3-D" en grandote en el cartel de la película. Muchos ya habréis comprobado de primera mano que lo peor que se puede hacer con las nuevas tecnologías es meterlas con calzador deprisa y corriendo para poder coger la ola y así disfrutar de un éxito asegurado por una moda imperante; y de esta forma nos la han metido doblada con películas como Furia de Titanes y Airbender, el último Guerrero. Pero es que incluso películas de gran calibre como Toy Story 3, producida por una de las compañías más importantes y queridas del sector por la calidad que destilan sus productos, parecían apuntarse al 3-D sólo para rascar hacer más caja en taquilla.

Y es que después del atracón de algo tan excesivo y caduco como es la actualmente película más taquillera de todos los tiempos, es normal que el año que la siga esté descompuesto, lo que significa que es difícil encontrar algo sólido entre tanto desperdicio… Poniendo símiles digestivos aparte, ha habido bastantes estrenos de renombre este año, películas que como mínimo aspiraban a ser grandes bombazos este año, aunque finalmente, la mayoría pasaran sin pena ni gloria por las salas. Es el caso de las grandes apuestas en cuanto a adaptaciones de cómic se refiere: Iron-Man 2 y Kick Ass. Dos películas que han venido con grandes campañas publicitarias y que al final han acabado siendo productos bastante normalitos que no aportaban nada al panorama actual. Como tampoco aportaban Alicia en el País de las Maravillas y Furia de Titanes, dos cintas bastantes mediocres en cuanto a contenido, pero que han gozado de un éxito considerable al arrastrar al público a que se pusiera las famosas gafas de plástico.


¿Cuáles son entonces los títulos que realmente han sobresalido desde que ha comenzado el verano? Pues ha habido éxitos de crítica y público que prácticamente estaban asegurados, como demuestran Origen y la ya mencionada Toy Story 3, quizás lo mejor que nos vaya a quedar este año en general, por mucho que sean “cintas veraniegas”. Habría que preguntarse cuáles han sido realmente las razones de que ambas películas hayan triunfado, aunque así, a botepronto es fácil señalar a sus respectivos autores y la calidad a las que nos tienen acostumbrados desde que comenzaron sus andaduras por el medio. Pero es que hay que señalarlo, hay que decirlo en voz alta porque parece que los cineastas parecen no haberlo captado aún: el gran triunfo de estas dos películas es que, por mucho que el público sea heterogéneo, impulsivo y manipulable, éstos no son tratados como si fueran estúpidos. Cristopher Nolan se la estaba jugando cuando decidió estrenar en la temporada de las películas de animación y efectos especiales un film de thriller-acción que no estaba basado en ninguna franquicia conocida. Es más, de hecho, ocultó muy bien el concepto y el argumento de la película para que la gente fuera a las salas sin saber exactamente de qué iba Origen, un dato que debemos tener en cuenta y agradecer, ya que hoy en día se sabe todo por adelantado por culpa de internet. Toy Story 3, por otro lado, se ha alejado del tópico de “si las segundas partes nunca fueron buenas, con las terceras vas aviado”, ya que desde Pixar han tratado con un cariño excepcional a sus personajes para contar algo que realmente aportara novedad a la trama y a los temas que ya hemos ido viendo en anteriores entregas de la trilogía. Todo lo contrario del caso Shrek 4, propiedad intelectual que Dreamworks ya sólo utiliza como sacacuartos sin vergüenza alguna.

También hay otras películas que merecen mención, aunque el público, por una u otras razones, no ha terminado de digerir. Splice es el primer título que me viene a la mente, sobre todo por aquello de difícil de digerir… Pero es que es una pena que películas que tienen cosas nuevas de contar y que resultan una apuesta arriesgada para su autor pasen por los cines un par de semanas y que el público no sepan ni que existan. Vincenzo Natali tuvo muchos bemoles para contar en Splice lo que cuenta y de la forma en la que lo cuenta, y desde luego, todo aquél que la ve no sale indiferente, pero sin el apoyo de la maquinaria de marketing que puede llegar a mover un estudio, lo demás es insuficiente. Si bien hay productos que se podrían estrenar en cualquier momento porque su éxito está asegurado, hay otras películas que necesitan realmente del soporte de las productoras y estudios para que se estrenen en el momento adecuado y con toda la publicidad posible para que no pasen desapercibidas.


Lo que no tiene ningún sentido es la serie de retrasos que ha habido en este país en materia de estrenos. Hacía tiempo que no se veía tan a menudo que las películas se retrasaran dos, tres, incluso cinco meses con respecto a la fecha de estreno americana. Que hayan empujado a Predators de comienzos de julio a finales de agosto es, como diría el propio depredador en la segunda parte, una cabronada, pero es que quedarnos sin esas películas de sincera serie B como son Piraña 3-D (aún sin fecha fijada) y Machete fuera del verano no tiene nombre. ¿Qué pretenden los estudios al marginar películas como éstas o Scott Pilgrim a meses en los que la gente no va tanto al cine? A lo mejor se me escapa algo, pero el mezclar películas de chicas en bikini y gore (por decir algo) con sesudos thrillers de otoño podría ser puro ingenio: una de dos, o nos viene estupendamente a los espectadores tener variedad entre la que elegir en este usualmente periodo baldío o es que no tienen ni pajolera idea de dónde ponerlas porque no las va a ver nadie. Supongo que ya se verá, pero el dato pone de manifiesto que hay películas que los estudios no saben hacer con ellas, y por lo tanto las dejan a su suerte. Y si uno no cree en el producto que está vendiendo, está claro que el consumidor tampoco…


¿Qué nos espera en el próximo y ya cercano otoño? Resident Evil Ultratumba acaba de irrumpir en las salas con todo su armamento 3-D, pero los siguientes meses van a tener poco más que las mencionadas películas veraniegas atrasadas, cosa que puede ser una ventaja como comentaba más arriba. Machete, Piraña 3-D, Gru mi villano favorito y Astroboy podrían hacer algo más amena la cuesta que queda hasta la navidad, el nuevo verano para muchos estudios. Y parece que este año va a ser Disney la que se lleve el gato al agua. Alicia de Burton ha sido una fuente de dinero que no se esperaban, pero Toy Story 3 se lleva la palma como película de animación más taquillera de todos los tiempos y actual poseedor del trono de este año. La que queda no es sino otra que Tron Legacy para terminar el año con un hattrick, cosa que parece bastante probable, ya que independientemente del valor de la película, tendrá un “3-D” gigante en el cartel, y eso, a día de hoy, es negocio seguro.

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viernes, mayo 28, 2010

CÓMICS: REVIEW DE KICK ASS



Si pensabais que Iron Man 2 iba a ser la película de superhéroes del año, estabais muy equivocados, PulpoManíacos. Puede que no tengamos muchos aspirantes al trono en este 2010, pero os aseguro que el próximo contendiente os va a patear el culo a base de bien. Después de todo, su nombre no es otro que Kick Ass.


Pero todo tiene un comienzo, y como adaptación fílmica de superhéroes que es, Kick Ass también tiene un cómic que le precede. Coincidiendo con la reedición en forma de tomo que se ha publicado en España y a escasos días de su estreno por las salas nacionales, os traemos una review en toda regla del cómic firmado por Mark Millar y John Romita Jr. para que estéis preparados para la que se avecina.

No seáis tímidos y seguid leyendo después del salto.


Los cómics de superhéroes se han convertido en algo más que un simple entretenimiento impreso, algo superior al fetiche de los coleccionistas y sobretodo, algo que va más allá de un material que sirve de base para crear una parafernalia consumista que no debe faltar en ningún restaurante de hamburguesas. Porque los superhéroes son eso y mucho más.


Como decía el personaje de Samuel L. Jackson en la formidable película de Shyamalan El Protegido, los superhéroes no son otra cosa que el sustituto contemporáneo, capitalista y pop de la mitología clásica. Eso, y que en lugar de vestir largas y lujosas túnicas o armaduras de acero, suele haber una predilección especial por los pijamas de colores. Pero hey, eso es parte de la magia.


Si estás leyendo en este blog, lo más seguro es que ya te conozcas de sobra los códigos y clichés que forman parte del universo superheroico, así que sobra enumerar los cientos de elementos típicos del origen, idiosincrasia y personificación de la némesis del héroe. Es más, seguro que te fastidia sobremanera cuando uno de esos elementos no es trasladado como dios manda a la gran pantalla o a cualquiera de las traslaciones a otros medios que se suele hacer de uno de estos personajes. Pero si eres un verdadero amante de los superhéroes, seguro que también ha pasado por tu cabeza esta reflexión: ¿por qué no hay superhéroes en el mundo real? Y en último lugar, ¿por qué no me hago yo un superhéroe?


Estoy convencido de que esta idea ha pasado por la mente de prácticamente el 99% de los que estáis leyendo estos párrafos (el uno por ciento restante simplemente no quiere reconocerlo), pero al igual que todos hemos pensado en ello, también lo hemos superado cuando dimos el paso a la pubertad y el sexo opuesto, las fiestas y la pasta constituyeron los pilares más importantes de nuestra existencia. Bueno, también pueda ser que fuéramos demasiado cobardes como para intentarlo. Pero ése no es el caso de Dave Lizewski, el protagonista del cómic que nos ocupa.






En plena generación YouTube, cada vez hay más cabestros dispuestos a mostrar al mundo sus barrabasadas en calidad de 2 megapixels, y lo que hace unos pocos años podía haber quedado como algo anecdótico, hoy puede convertirse en fenómeno mundial y sus protagonistas en auténticos “héroes urbanos”. Por eso Dave llega tan alto, y no porque le haya mordido una araña radioactiva o provenga de un planeta más avanzado. Según nos describe la trama del cómic, Dave no es precisamente el típico capitán del equipo de fútbol (ese arquetipo de “guay” que ya hemos asimilado por la cultura audiovisual yanqui), pero es que tampoco es el extremo opuesto, el perdedor cuya vida es una encarnación ambulante de las leyes de Murphy y que ya estamos cansados de ver. Lo más curioso del protagonista de Kick Ass es que es aún más realista que cualquier otro personaje que podamos haber conocido en las páginas de un tebeo, ya que es igual que la gran mayoría de los adolescentes que pueblan nuestra sociedad: es alguien totalmente anónimo.


Los adolescentes son personas alienadas por naturaleza. Están justo en esa época en la que no pertenecen ni al mundo de los niños ni al de los adultos; están en tierra de nadie. Y ya no sólo en cuanto a su físico en transición, sino también por sus gustos y por su moralidad. Dave Lizewski está harto de vivir en un mundo que no tiene sentido para él, así que decide darle su propio sentido. Llegó la hora de salir a la calle con un traje colorista (hortera) y luchar contra el mal, cosa que además influirá a que más personas den el salto; y no todas tienen el mismo código de honor que el insensato Dave. Como os podéis imaginar, esto no termina siendo una idea tan buena después de todo…


El escritor Mark Millar plasma a la perfección un mundo igual al nuestro con personajes que podrían ser nuestros propios vecinos. Los protagonistas pueden llevar pijamas de colores para ir por la calle, pero lo cierto es por dentro no dejan de ser personas más cercanas a Gran Hermano que a Heroes, con todo lo que ello conlleva. No veréis a ningún personaje soltar un ¡Cáspita!, ni una frasecita ingeniosa justo antes de pegarle al malo, y cuando llegan a casa, en lugar de ponerse a buscar perfiles criminales con una supercomputadora, se inclinan más por bajarse lo último de Jena Jameson u otra pornstar al uso por internet. Es por eso por lo que es increíblemente fácil meterse en la piel de Dave y compañía, y no me refiero (sólo) al porno, sino porque Millar es capaz de poner en la boca de estos personajes nuestros propios pensamientos en primera persona. Ya lo hizo con mucho acierto en Wanted y, en menor medida por estar más cercanos a semidioses que a gente de la calle, en Los Ultimates, pero nunca había sido tan cercano a su público como en Kick Ass, creando la fantasía salvaje de cualquier friki.


Pero el guión creado por Millar no sería nada si no fuera por el trabajo tan fresco que realiza John Romita Jr. con los lápices. La naturalidad de las frases del escritor se conjugan en una preciosa y a veces bizarra armonía con los dibujos de Romita. Puede que no sea el mejor trabajo que el artista ha realizado en toda su carrera, ya que muchos defenderán que ese puesto pertenece a El Hombre Sin Miedo, pero se nota el buen hacer y el cariño que ha vertido a cada una de las viñetas. La narración no es nada compleja, y está más cercana al lenguaje cinematográfico que a una novela gráfica al uso, por lo que no es de extrañar que hayan querido lleva r a Kick Ass al cine. Incluso podría jurar que se tarda lo mismo en leer este cómic que lo que probablemente dure su adaptación.


También habría que destacar, que tanto por el lenguaje escrito como en el gráfico, Kick Ass se sentiría más cómodo en el universo de Tarantino que en el de Stan Lee. Si ya he avisado de que los personajes juran y perjuran una y otra vez, ahora me toca resaltar que los niveles de hemoglobina en este cómic son comparables a las escenas más violentas de Kill Bill. Esto rompe bastante con la típica autocensura propia de cómics más mainstream. Todos conocemos al Castigador (Punisher) o a Lobezno, y sabemos que son personajes bastante viscerales, pero no le llegarían a la suela de los zapatos a Hit Girl, una niña de 10 años capaz de rebanar pescuezos a pares con la facilidad de un maestro ninja. Normalmente, el gore más exagerado va inherentemente unido a la diversión, y Kick Ass no es diferente. Pero como es marca de la casa, Millar es capaz de llevarnos a la reflexión gracias a los paralelismos que establece con eventos y temas propios de nuestra vida cotidiana. Hay una pequeña dosis de crítica social, sí, pero no es la base de la obra, por lo que el disfrute y la diversión están por encima de todo.






Al final, por mucho que Kick Ass sea rápido y fácil de leer, y tenga una trama bastante sencilla, Millar y Romita Jr. triunfan en llevar una premisa tan interesante a buen puerto. Prácticamente, no hay ninguna queja por mi parte, aunque sí es cierto que hay algunos giros de guión que se ven a lo lejos. Puede que no sea la historia más original que se haya gestado en este tipo de género, sobre todo si recordamos clásicos del cine como El Protegido y no-tan-clásicos como Blankman de los Wayans, pero la frescura inunda todos los poros de la obra, que coge los elementos necesarios de la cultura Pop y Geek. Los personajes y el dinamismo con grandes dosis de violencia que llenan las páginas del cómic son de los más entretenidos que se haya lanzado últimamente, y sólo por ello, recomiendo su lectura. Pero lo que más me ha llamado de esta obra no es sólo su nivel de espectáculo o su nivel de crítica social, si no que más allá de todo estor, es capaz de hablar de tú a tú a todos los lectores acérrimos de este tipo de arte y al mismo tiempo ser totalmente comprensible para alguien que no se haya visto ni las películas de Spider-Man, y eso es un gran logro.


En cuanto a si leerlo antes o después de ver la película que se estrena el 4 de junio, eso ya es una elección personal. A un servidor le gusta empaparse de las raíces de una película antes de pagar la entrada del cine, pero quizás en la mayoría de los casos, esto sólo sirve para decepcionarse con lo que luego es trasladado a la pantalla. Si Wanted me enseñó algo aparte de dar efecto a las balas, es que las películas basadas en un cómic deben disfrutarse por lo que son, no por lo que las precede, así que hazte un favor y cómprate el cómic de todas formas. Ya decidirás según el ansia que tengas si prefieres leerlo antes o después.



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viernes, mayo 21, 2010

PELÍCULAS: TRAILER DE MEGAMIND




Recordad, Dreamworks está que lo tira este año. Con su ya estrenada Cómo entrenar a tu Dragón (que ha cosechado un fantástico éxito) y con la cuatricuela de Shrek en camino, aún le queda un as en la manga para finales de año: Megamind.


La idea, con todo el boom de los superhéroes que llevamos disfrutando (y a veces maldiciendo) en los últimos años, tiene su miga... Porque, aparte de transformar al villano de la función en el protagonista supremo, ¿qué pasaría si tras probar miles de planes mediocres para acabar con su archi-némesis, el héroe de la ciudad Metro, al final acabara lográndolo?


No os perdáis el trailer si queréis desternillaros con las voces de Will Ferrell, Brad Pitt y Tina Fey.






Es bueno que de vez en cuando se hagan películas basadas en cómics sin adaptar ninguno de ellos en concreto, y aunque la sátira del género superheroico era la comidilla de los 90 (¡sobretodo te miramos a tí, Batman & Robin!), es de agradecer que se intenten cosas nuevas. ¿Tirará Megamind en cuanto a calidad a Kung Fu Panda o será más Madagascar? Mi opinión es que se quedará un poco en medio y será más del estilo de Monstruos contra Alienígenas, aunque estoy dispuesto a sorprenderme.


¡Ah! Y por supuesto, no podía faltar, en 3-D.

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jueves, mayo 20, 2010

VÍDEO: FAN FILM DE AVP



Predators ya está cerca... Casi puedo olerla... Pero aún queda poco más de un mes para poder disfrutarla en nuestras salas, y aunque los nuevos pósters empiezan a abrir apetito (¿cómo? ¿que no los habéis visto? ¿es que no seguis nuestro twitter oficial?) no vendría mal una ración extra de depredadores para calmar nuestra ansia.


Menos mal que los fans de estos bichejos son muchos y bien preparados. No hay que remontarse demasiado en el tiempo para recordar ese gran cortometraje llamado Batman: Dead End, uno de los mejores realizados en este ámbito de las películas de bajo presupuesto hechas por admiradores. Ahora llega AvP: Redemption, un nuevo fan film que pone de nuevo en ese cudrilátero figurativo que son las películas "Versus" a nuestros alienígenas mata-hombres favoritos. Y hay que decir que su creador, Alex Popov, no ha escatimado en esfuerzos ni en cariño hacia estas adorables bestias.


AvP: Redemption, de una duración de nada más y nada menos que 20 minutos, a un sólo pellizco para vuestro deleite.


AVP Redemption from Alex Popov on Vimeo.




Puede que esta película no llegue precisamente a los estándares de Hollywood (los depredadores no dejan de ser un cosplay de nivel), pero desde luego hay que reconocerle a Alex Popov y toda su cuadrilla que han hecho un trabajo fantástico con la postproducción y la infografia. No será profesional, pero casi. Y desde luego, están todos los elementos que una película con estos personajes necesitan: Qué pena que la Fox matara la franquicia "Vs" al elegir a los hermanos Strausse...


Pero como no hay mal que por bien no venga, tenemos a Rodríguez y a Ridley haciendo títulos en paralelo en cada una de las franquicias. El mundo es justo después de todo.

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martes, mayo 11, 2010

REVIEW: IRON-MAN 2



"Yo soy Iron Man". A riesgo de poder ser algo "espoilerrífico", diré que con esa frase, en lo alto, acaba la película original dirigida por el siempre eficiente Jon Favreau y el ahora resucitado Robert Downey Jr. Muchos decían de Iron Man que fue como la nueva Superman de Richard Donner, y en parte puede que estén en lo cierto por ser increíblemente sobrevalorada, pero también en que ambas representan a un superhéroe de forma divertida y nada deprimente como muchas películas del género vienen haciendo ahora.


Pero ahora viene su inevitable secuela, y el mundo ya está volcado con el personaje de la Marvel que tan desconocido era antaño para el gran público. Las espectativas son altas, así que, ¿será ahora El Caballero Oscuro su nuevo referente, o más bien tirará a Batman & Robin?


Nuestra Review a un golpe de click.


Los superhéroes han llegado al cine para quedarse, o por lo menos eso es lo que deben haber pensado los estudios al comprobar las ridículas cantidades de dinero que están recaudando. Es por ello, que resulta el momento perfecto para producir películas en plan blockbuster de todo personaje de cómic que haya parido madre. Y la Marvel, gracias a Stan Lee, ha dado a luz unas cuantas decenas…

Iron Man era uno de esos personajes que resultaban llamativos por su iconicidad e idiosincrasia, si bien no dejaba de ser una copia del Batman que Bob Kane caracterizó en la rival DC Comics: un rico playboy, tras tener un trauma personal que le marca de por vida, decide lanzarse a proteger el mundo embutido en un traje cargado de aparatejos y tecnología imposible capaz de poner a los villanos en su sitio. Ya vemos, que como origen no es nada original, pero lo cierto es que Iron Man, y sobre todo su alter-ego Tony Stark, son mucho más que eso.

Y ése fue el gran acierto de la primera adaptación cinematográfica que se ha hecho del personaje, mantener “chulo” al héroe, y además, elevar a cotas de “molonidad” nunca antes conocidas al hombre que hay detrás. Robert Downey Jr. se comía la pantalla en una película en la que curiosamente apenas había escenas de acción, pero que se salpimentaba con actores de reparto de altura como Gwyneth Paltrow o “Su Notísima” Jeff Bridges. La trama podría no ser muy compleja (incluso bastante predecible), pero los personajes hacían bien su trabajo y resultaban frescos y creíbles.

Por eso, Favreau, a la hora de ponerse a trabajar en esta secuela, debió pensar que multiplicar sus bazas iniciales dando más “chulería” a su Tony Stark, mejorando aún más el reparto y añadiendo más acción, le ayudaría a que su secuela fuera redonda en todos los sentidos. Tristemente, no ha sido el caso.

Apuntar antes de nada que Iron Man 2 no es una película desastrosa, y ni mucho menos hiriente. Es sólo que su mayor complejidad ha convertido la secuela de una película divertida pero algo mediocre en una película divertida, algo mediocre y encima un pelín “a medias”. La estructura de la película ahora se reparte en más subtramas, porque no sólo hay más historias que contar (como por ejemplo un preludio hacia Los Vengadores), sino que también hay más personajes interpretados por actores de renombre como Scarlett Johanson, Sam Rockwell o Mikey Rourke que demandan más tiempo de pantalla. Y claro, como cada uno quiere contar su historia desde su punto de vista, al final queda una especie de película coral en la que el tiempo para cada uno de los personajes es mínimo, por lo que se quedan a medias tintas.

Es una pena que sobre todo, en el caso de los villanos, siga habiendo síntomas de subexposición, como ya ocurrió con el personaje de Bridges y su “Iron-Monger”. Ivan Vanko y Justin Hammer, los grandes oponentes de Tony Stark, son personajes con los que uno disfruta al conocerlos, pero cuando la trama avanza y se observa que no tienen ni dobles lecturas, ni códigos éticos más elaborados y ni siquiera un pasado interesante, quedan tan unidimensionales como sus “malvados” planes. Algo parecido ocurre con los secundarios “buenos” de la función. Mientras que Nick Furia y la Viuda Negra están en la película sólo para “molar” y para crear contexto y unicidad en el universo Marvel que ya se está desplegando (y si no mirad el Huevo de Pascua de después de los créditos), War Machine, que debería ayudar al protagonista de una forma más personal por estar dentro del círculo de amistad de Tony Stark, acaba por ser un comparsa más que sólo muestra su valía como punto de guión, que no como personaje.

Dicho esto, también hay que señalar momentos de lucidez como el comienzo de la película, que atrapa al espectador en menos que canta un gallo. La forma de mostrar como el ya encumbrado Tony Stark se pavonea estando en la cima es digna de verse, en particular la escena del juicio, plagada de diálogos cómicos que no tienen desperdicio. En adelante, la película sigue estando repleta de comicidad y un gran espíritu de diversión, cosa que ayuda a que Iron Man 2 permanezca como entretenimiento sin pretensiones; pero al igual que ocurría en su primera parte, éstas juegan en detrimento de las partes más dramáticas, que tienen menos tiempo de desarrollo. Sin caer en los spoilers, habría que comentar que es especialmente hiriente el fragmento de la película, justo antes de dar comienzo al tercer acto, en el que el protagonista ya caído, vuelve a resurgir gracias a una subtrama facilona, corta e incluso algo incomprensible.

La acción, desde luego, ha mejorado bastante, con fragmentos espectaculares como el enfrentamiento de Whiplash y Iron Man en Mónaco y por supuesto el último tercio de la película. Pero si bien impresiona más que en la primera parte, en realidad su duración va pareja, con lo que los que tengan ganas de estopa van a salir algo decepcionados; Iron Man 2, igual que su predecesora, es una película de personajes. Y bueno, sigue teniendo la misma tara en el enfrentamiento final, que curiosamente es prácticamente calcado y resulta insuficiente y algo anticlimático.

Con todo, Iron Man 2 no deja de ser un western en el que el ahora el amado e invencible Sheriff del lugar recibe una cura de humildad gracias a otros personajes oponentes que recogen el testigo del desafío. Los personajes en general son arquetípicos, y no son más que engranajes que ayudan a contar una historia puramente americana en la que se discute el poder, las alianzas y sobre todo el estado del militarismo y los tejemanejes de las grandes empresas. También comentan mucho el tema de “el legado” pero lo cierto es que no llega a ninguna parte, por mucho que sea la palabra que más está en boca de los personajes. La película tiene sus más y sus menos, pero en su conjunto, Iron Man 2, aunque sea “un videoclip largo de AC/ DC” como decía un colega al salir de la sala, no deja de ser un producto ameno y disfrutable.


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