jueves, diciembre 31, 2009

¡RIPTOR ELIGE SU TOP 2009 EN CINE!



Bueno, bueno, bueno… Último día no sólo del año, si no de la década, y aunque estaría muy bien hacer el repaso de estos años Noughties (que es como llaman los anglos a esta “Década Nada”), antes hay que echar un ojo a lo que tenemos más cerca.


Este 2009 ha estado cargado de grandes películas, de nuevas franquicias, del auge de la tecnología estereoscópica y también, aunque de esto ya hablaremos en otra ocasión, grandes decepciones. Así, un servidor comparte con vosotros, fieles lectores, las que han sido las nueve experiencias cinematográficas más enriquecedoras del año.


Aquí os lo dejo.



Normalmente, me es muy difícil hacer este tipo de rankings, ya sea para dejarlo escrito o porque simplemente surja como tema de conversación entre los colegas, pero como diría el Agente Smith “es inevitable”. Sin embargo, aviso de que dependiendo de mi estado de ánimo, el tipo de compañía e incluso el día de la semana, los puestos de los títulos de los que hablo podrían variar, aunque definitivamente sean desde mi humilde opinión, lo mejorcito que he visionado este año.


También os daréis cuenta de que hay películas de gran calibre que no aparecen en la lista. Posiblemente sea porque es muy difícil decidirse únicamente por 9 películas, después de lo cargadito que ha estado el año, pero también es probable que simplemente no la haya visto. Casos como Ponyo en el Acantilado, Donde Viven los Monstruos o Ágora no aparecen aquí porque no he tenido tiempo material para verlas o porque se estrenaban a la vez que otras películas que personalmente tenía más ganas de ver, así que tuve que relegarlas al futuro visionado en DiViDí.


Dicho esto y habiendo aclarado las cosas, allá vamos:


9- Transformers 2 – La Venganza de los Caídos
Empezamos duro. ¿Pero no has dicho en los parrafazos de antes que se trataba de una lista de las mejores del año? Así es, y no os equivocáis de ranking. Para un servidor, Transformers 2 ha sido una de las experiencias más abrumadoras, hilarantes y explosivas que he vivido este año. No sólo salí de la película encantado de la vida porque ofrecía lo que su predecesora pero al cuadrado, si no porque también es una película de aventuras a la vieja usanza aderezada con los personajes más estrafalarios que he tenido la suerte de disfrutar. Eso, por no hablar del increíble trabajo de diseño conceptual o de sus mastodónticos y sorprendentes efectos visuales (que merecen un Oscar, pero sabemos quién se lo va a “robar”). Transformers 2 es, como su esperpéntico director Michael Bay, el exceso personalizado, y si voy al cine es para que me hagan sentir extenuado con el “más grande todavía”. Y en eso, no hay ninguna película que se le acerque.

8- Lluvia de Albóndigas
Entre tantos títulos del cine de animación que se han estrenado este año, por poco esta maravilla se me pasa desapercibida. Esta pequeña joya no viene de ninguna franquicia conocida, y ni siquiera es un producto de los estudios Dreamworks o Pixar; sin embargo, puede que haya sido la película con la que más me he reído a carcajadas este año. Acompañada del estéreo 3D, Lluvia de Albóndigas es una fábula original llena de gags visuales cargada de personajes inolvidables que nadie debería perderse. El original y colorido estilo gráfico, que se aleja enormemente del acercamiento al realismo al que se están arrimando algunos estudios, y el dinámico ritmo no dejan que uno se aburra en ningún momento, dando resultado a algo fluido, estéticamente atrayente y muy simpático. La historia no es lo más original del mundo, y sin embargo el guión no decae en ningún momento, uniendo de forma orgánica el relato con los chistes más absurdos o las críticas más mordaces.


7- Coraline
Otra de animación para el bote. Coraline es, sin ninguna duda, una película especial, obra de dos maestros como son Neil Gaiman y Henry Sellick. La novela original de Gaiman cobra vida gracias al expresionista estilo de animación en stop-motion de Gaiman, de forma que relato y estética se complementan de manera única. Además, es muy de agradecer que estos autores no caigan en los tópicos que corresponden al cine animado comercial, de manera que son capaces de meter en una supuesta película para niños momentos bastante bizarros y hasta terroríficos, que sin duda apoyan la historia en la que una niña vive su paso a la adolescencia de una forma muy particular. Por si fuera poco, Sellick también decidió complementar esta película con el visionado en tres dimensiones, algo que casa a la perfección con el estilo de animación físico y hecho a mano que caracteriza al stop-motion, y que la hace aún más cálida que la mayoría de los filmes de animación digital que se han convertido en la norma.


6- Gran Torino
La última película dirigida por Clint Eastwood (a falta de que estrenen Invictus), es también la última que el famoso cineasta ha dicho que iba a protagonizar. Y desde luego, se trata de una despedida a la altura de este fantástico actor de personajes. Gran Torino cuenta la historia de Walt, un anciano que ve que ya no tiene nada que le una a este mundo, ya que su época de gloria ya pasó y no siente que tenga nada en común con los hijos que ha criado. Pero el presenciar por accidente una pelea entre sus nuevos vecinos asiáticos y una banda callejera, le hará comenzar una historia en la que se habla de temas tan importantes como la justicia, el valor de la familia y el significado de la muerte. Con ingredientes de drama y comedia a partes iguales, no era capaz de parpadear en esta película, ni de dejar de deleitarme con el personaje de Eastwood que llena la pantalla.


5- Star Trek
Star Trek era algo caduco, casi viejuno se podría decir, uno de esos productos de una era determinada y al que se le había pasado el arroz. Pero J.J. Abrams ha hecho lo impensable: ha conseguido ponerlo de nuevo en la palestra, y servidor ahora es un fan. Star Trek es básicamente una película de personajes, una historia que trata con mimo a cada uno de los seres que pululan por la pantalla y a los que dota de sus merecidos momentos de gloria. Por ello, la interacción que existe entre los personajes es sin ninguna duda lo más reconfortante del film, aunque también es capaz de transportarnos a nuevos mundos y sentirnos de nuevo embelesados por las estrellas. Con su dosis justa de Sci-Fi, Star Trek no deja de ser una Space Opera como es la saga de Star Wars, cosa que le sienta maravillosamente a esta antigua franquicia. Ahora sólo falta esperar qué es lo que harán sus responsables con las siguientes entregas, aunque visto lo visto, el futuro se muestra muy prometedor. El espacio es su único límite.


4- Inglorious Basterds
Tarantino ha vuelto. Como siempre ha hecho, por cierto. Este genio del séptimo arte es capaz de dejarse arrastrar por una historia y plasmarla de maneras que los simples mortales no estamos acostumbrados a ver. Y Malditos Bastardos es la última de sus muestras de cómo entiende el medio. Tan pronto es clásico, como contemporáneo, como completamente original. Tarantino es, en su última película estrenada, ecléctico hasta límites insospechados, y las situaciones y formas de narración escogidas para darle vida a esta épica cargada de personajes únicos es una fantástica mezcolanza que no deja de sorprender al espectador. Puede que no sea la película que muchos esperaban que fuera debido a los trailers, pero sinceramente, el dejarse llevar por Tarantino no tiene precio, y Malditos Bastardos es un viaje extraño que termina de forma extraña. Pero cuando me refiero al término extraño lo hago refiriéndome a hipnotizante y cautivador, capaz de provocar que uno crea que el universo creado por Tarantino es el único que existe. Desafortunadamente, sus reglas no se aplican en el mundo real, pero eso no significa que uno no deje de pensar en él. Ah, y por pedir, que le den el Oscar a mejor actor secundario a Christoph Waltz, por favor.


3- Up
Como podéis ver, me chifla el mundo de la animación, por eso es normal que tantas películas de ése estilo entren en esta lista. Up, sin embargo, es más que simplemente una “película de animación”, empezando por ser un producto de la factoría Pixar, quizás los mejores creadores de historias de la década, cosa que explica que ya sus primeros quince minutos sean un ejemplo magistral de cómo contar una historia con imágenes. Up puede no ser tan desternillante como Lluvia de Albóndigas o tan espectacular como Wall-E, pero sabe suplir estas faltas con una historia muy madura y sobretodo repleta de alma. Sus escasos personajes, y en especial el dúo protagonista, llevan más peso dramático que la mayoría de las películas estrenadas este año, y es facilísimo cogerles cariño, sea uno un niño de 8 años que un sexagenario. En su extrema simpleza en el plano de la trama, Pete Docter y Andrew Stanton (responsables de Monstruos S.A. y Buscando a Nemo, respectivamente) han sido capaces de plasmar decenas de detalles que no hacen más que enriquecer una historia repleta de imaginación. Por eso, no deja de sorprender que los genios de Pixar, con las herramientas tecnológicas más avanzadas del momento, sean también los que demuestran no sólo a los espectadores, si no también a la industria, de que lo importante es dotar de humanidad a sus historias.


2- District 9
Esperaba mucho la adaptación cinematográfica de Halo. Con el paso de los años (que no son muchos, por cierto), se ha convertido en una de mis sagas de videojuegos favorita. Por eso, y gracias a los medios aportados por Peter Jackson, la anticipación por la traslación de tan querida franquicia a la pantalla grande no hacía más que llenarme de esperanza. Pero al final no pudo ser. Gracias a dios, Jackson quería seguir con su proyecto, que no sólo era convertir al famoso videojuego en película, si no que también consistía en apadrinar a un joven prometedor que se había labrado un nombre en el mundo de la publicidad: el sudafricano Neil Blomkamp. La historia elegida para debutar, estaba basada en un cortometraje del director novel, como muchos sabéis. Pero eso sólo era el principio, y nada más apagarse las luces de la sala y comenzar la proyección, uno ya sabía que estaba ante algo especial. District 9 es una de las películas de ciencia ficción más interesantes de la década. Tan cerebral como espectacular, tan cruda como graciosa, y con unos personajes difíciles de olvidar. Wikus Van der Merwe comienza como un ser repulsivo y xenófobo, pero su evolución, que le cambia por completo en más de un sentido, es tan violenta y determinante, que propone un poderosísimo mensaje que perdurará durante décadas. District 9 es el ejemplo más claro de cómo si se le da el material y la confianza suficiente a una persona con talento, ésta es capaz de hacer maravillas, en este caso un clásico instantáneo que se codea con Blade Runner y RoboCop. Blomkamp, espero tu siguiente proyecto como agua de mayo.


1- Drag Me To Hell / Arrástrame al Infierno
De la misma forma en que es muy de agradecer que se fomente a nuevos artistas para que puedan enseñar su obra al mundo, es de lo más reconfortante ver como un maestro del medio demuestre su gran hacer incluso con sus proyectos más humildes. Sam Raimi puede ser conocido por el titánico trabajo realizado con la saga de Spider-Man (que en poco más de un año volverá con una nueva entrega), pero para cualquier admirador Pulpero como servidor, su obra más característica no es otra que la trilogía de Evil Dead. En ella, demostraba que las grandes ideas y los grandes personajes están por encima de cualquier tipo de traba presupuestaria, y su pericia y originalidad en la narración convirtieron estas primeras obras en clásicos de culto que ya forman parte de la cultura Pop. En Arrástrame al Infierno, Raimi vuelve a apostar por una película pequeña, pagada de su propio bolsillo para evitarse la presión de los estudios. El resultado es Sam Raimi puro, sin adulterar, en una historia de terror como ya no se hacen, e incluso me arriesgaría a decir como nunca se ha hecho. Cada recurso narrativo, cada plano, cada sonido están medidos a la perfección para crear una experiencia única, que además de sorprender deja una sonrisa de oreja a oreja en la cara del espectador. La historia, e incluso sus protagonistas, son tan sencillos que asustan, pero a partir del supuestamente simple punto de partida, su desarrollo brilla de tal forma que las palabras no son capaces de hacerle justicia. Cine de terror sin muchas pretensiones contado por un maestro; cine en estado puro.


0- Avatar
¡Sorpresa! Qué mejor que el número 1 que el número 0, ¿verdad? Éste es un puesto de honor, creado especialmente para hablar de la película más revolucionaria de todos los tiempos. Tantos años esperando a que el maestro James Cameron nos deleitara con su nueva creación (una fábula épica completamente original no basado en nada nunca visto) han valido la pena. Personajes llenos de vida que cobran aún más dimensión gracias a la estereoscopía, criaturas nacidas de una imaginación sin par y escenas de sexo con USB de por medio. Nada se le resiste al director de la (¡ya le queda poco para ser la segunda!) película con más recaudación de la historia: la narración y la tecnología se unen para dar a luz al film más importante de la década, y los espectadores no pueden estar más de acuerdo. Cameron no sólo demuestra que los efectos hechos por ordenador pueden llegar al súmmum por una irrisoria cantidad de dinero, si no que a partir de ahora, los guiones también serán producidos por estas máquinas y no por seres humanos. El cine ya nunca volverá a ser el mismo.


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domingo, diciembre 27, 2009

REVIEW: NINJA ASSASSIN



La campaña navideña continua, y aunque muchas películas han tenido que achantarse ante el leviatán Avatar (como es el caso de Sherlock Holmes), hay otras que luchan por su pequeña cuota de pantalla a golpe de espada. Y de todos estos títulos, el que más se ajusta a esta descripción es Ninja Assassin.


James McTiegue, el director responsable de V de Vendetta, vuelve a unirse a los Wachowski (que en este caso sólo producen) y a Joel Silver para deleitarnos con una película bastante diferente de lo que suele triunfar en esta época. Pero pensándolo bien, ¿qué mejor forma de celebrar la Navidad que tiñéndola de rojo sangre?


Lanza un shuriken al enlace para continuar…


Si nos ponemos a pensar, películas de ninjas, que sean protagonizadas por estos guerreros legendarios y con la mitología shinobi de por medio, no es que haya muchas… Y si encima nos ponemos a contar las que valen mínimamente la pena, el resultado no es que sea muy positivo. Después están las que contienen ninjas, pero vistas de forma muy lúdica y pulp, como se puede ver claramente en filmes como G.I. Joe o las Tortugas Ninja, ambos títulos más que correctos y que nos hacen disfrutar de la vertiente “superheroica” que ha adquirido esta figura de origen japonés. Por ello, si por el contrario queremos adentrarnos más tanto en el lado histórico como en el legendario, lo mejor es acudir a las películas que han dado a luz en el país del Sol Naciente. Sin embargo, es extraño que una de esas películas salga de suelo nipón, por lo que es muy difícil disfrutar de los “guerreros de las sombras” si uno va a las grandes salas. Sobretodo en los últimos años.


Es por eso por lo que McTiegue y los Wachos (a los que me resulta extraño llamar “hermanos” ya que uno de ellos ya no es varón), tuvieron a bien crear una película de ninjas que sirviera para ponerlos de nuevo en el candelero y para que los amantes de la acción tuvieran un nuevo título que pudieran disfrutar sin tapujos. Se acabó el que las katanas quedaran siempre limpias tras las batallas y los shurikens para clavarse a la ropa para no dejar huir al enemigo; Ninja Assassin es una película sobre la venganza y sobre cómo actúan estos temibles asesinos, y tras verla puedo asegurar que no toma prisioneros.


Ya desde el comienzo, se nos describe a la misteriosa y letal figura de los ninja, con un prólogo que como no podía ser de otra manera, nos sitúa en Japón. Ante unos niñatos que se las quieren dar de duros por pertenecer a los mafiosos Yakuza, el espectador asiste a la que probablemente sea la escena más gore presenciada este año, después de que los aspirantes a gangsters organizados se rían de la ya desmitificada e infantilizada palabra “Ninja”. Como presentación, la película hace toda una declaración de intenciones y deja bien claro que es lo que se va a presenciar a partir de ahora.


La historia cuenta la vida de Raizo (un musculado Rain que busca entrar poco a poco en el mercado occidental), un joven Ninja que formaba parte del clan de los Ozuno, y que ahora busca venganza tras haber sido traicionado por los que decían ser su familia. Paralelamente, una investigadora forense del Europol, empieza a unir piezas sobre homicidios y su posible conexión con un antiguo bando formado por asesinos japoneses, de forma que una pista recién adquirida le acerca cada vez más al descubrimiento de estos temibles guerreros. Por supuesto, los caminos de Raizo y la forense se cruzarán y se necesitarán el uno al otro para cumplir sus objetivos.


Ya de por sí, la trama de Ninja Assassin es bastante sencilla, y aunque uno podría argumentar que no se trata de más que una excusa para poder asistir a escenas de acción más o menos bien hiladas, lo cierto es que tiene su dosis justa de drama, comedia y sorpresa como para estar entretenidos sin necesidad de derramamientos de sangre. En esto, la dirección de McTiegue es bastante solvente, y aunque los actores protagonistas tampoco sean ningún portento, es cierto que aportan la dosis suficiente de credibilidad, por lo que los personajes son más que efectivos. También se notan las influencias de filmes como Terminator, Ninja Scroll o (para que engañarnos) algunos de los títulos protagonizados por Steven Seagal o Jean Claude Van Damme, por lo que el tufillo “noventero” y de serie B no se lo quita nadie. Pero eso es lo mejor de la cinta, que es justamente lo que pretendía, y debido a sus bajas aspiraciones en cuanto a “revolucionar el género”, cumple su cometido de forma a veces suficiente, y en ocasiones de forma brillante.


Si hay algo que destacar en el conjunto que nos ofrece Ninja Assassin, es sin duda la forma en la que se representa a los ninja, mezclando lo fantástico con lo tradicional en un resultado bastante realista pero al mismo tiempo “sobrehumano”, para que resulten intimidatorios y fascinantes al mismo tiempo. También brilla el personaje de Raizo, que aún siendo bastante sencillo en su representación y su evolución, lo cierto es que está hecho para que el público conecte con él de forma rápida, recordando a los misteriosos (y silenciosos) antihéroes de los espagueti westerns que tanto popularizaron Clint Eastwood y Sergio Leone.


Sin duda, Ninja Assassin no será santo de la devoción de mucha gente, pero al mismo tiempo se trata de una de las mejores películas de acción del año y cuenta con suficiente personalidad como para quedarnos con ganas de seguir cómo continúan las aventuras de Raizo. Lo triste es que la sombra de “otras películas” y su ínfima campaña de marketing hagan caer esta película en el olvido del público, como ha pasado con otros grandes títulos: Para servidor, sin embargo, ha resultado ser el regalo de Navidad perfecto para alegrar aún más si cabe las fiestas.





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martes, diciembre 22, 2009

REVIEW: AVATAR


Avatar lleva 14 años en la mente de James Cameron, el director de la película más taquillera de todos los tiempos, creador de la franquicia Terminator y responsable de grandes películas de acción como Mentiras Arriesgadas y Aliens. Además, ha llevado más de 4 años su proceso de creación, con la promesa de que iba a revolucionar el medio cinematográfico. Así, normal que haya sido una de las películas con mayor expectación de la historia.

Pero se acabó el esperar. Después de todo este tiempo, después del secretismo y de quedarnos con las ganas en el Avatar Day, la posible película más cara de todos los tiempos, ya está en nuestros cines. Si Avatar resulta el segundo advenimiento de Cristo en la Tierra o si más bien hay que hacer caso a lo que decían los Public Enemy con su “Don’t Believe the Hype!”, todas las respuestas las encontraréis en nuestro review.



Me han engañado. Eso es lo que pensé (o dije en voz alta más bien) al terminar Avatar. Ésta no puede ser la película que tanto esperaba ver, que tanto tiempo y dinero ha costado hacer y que tantos críticos ya ensalzan como la mejor del año. Esta película no puede ser del mismo autor que en su día me sorprendió, me emocionó o me cautivó con sus historias, personajes e imaginación. Avatar es la película más aburrida y vacía que he visto este 2009.


James Cameron es uno de los cineastas más talentosos de Hollywood (aunque realmente sea canadiense), y desde sus orígenes ha sido capaz de conectar con el espectador de una forma como pocos directores son capaces. Por si fuera poco, su talento también se extiende al área artística y a la tecnológica, de forma que siempre busca vestir sus historias con lugares y criaturas salidas de otro mundo, para así crear experiencias imperecederas. Pero no es ése el James Cameron quien firma Avatar… porque Avatar no es una película, si no una demo técnica para que los exhibidores compren tecnología estereoscópica para sus salas.


Creedme cuando digo que es muy difícil hacer estas afirmaciones tan aplastantes hablando de esta película. Uno sale con un muy pésimo sabor de boca cuando se encienden las luces, y seguramente no haya sido servidor el único que ha experimentado lo mismo. Avatar duele, y duele mucho porque no es de Zack Snyder ni de Peter Jackson, es de James Cameron.


Avatar comienza de una forma bastante cutre: con una voz en off. Pero no es un estilo de narración como el que nos hacía escuchar atentamente cuando Sarah Connor compartía sus pensamientos en las películas de Terminator. Esta vez, el personaje no parece tener nada importante que decir, ya que simplemente es un artilugio de guión para que los espectadores que no han visto cine en su vida entiendan la historia rápidamente sin que tengan que contársela sutilmente en imágenes. Todo esto acompañado con algún flashback innecesario e inservible para la trama, sobre los que se siguen escuchando frases-excusa (“le pegaron dos tiros para robarle los pocos billetes que habían en su cartera”) del protagonista. Aquí ya uno se empieza a poner nervioso. No hay magia, las imágenes no sirven para nada (por mucho que esté todo en “3D”), y el personaje es tan soso que no importa. Mal empezamos.


Por eso, cuando nos sumergen en el mundo alienígena de Pandora (al que se tarda menos en llegar que a la isla de King Kong de Peter Jackson, gracias a dios), uno comienza a tener esperanza. La selva de por sí no es que parezca lo más extraordinario que se haya visto, ni siquiera sus criaturas, pero por lo menos comienza la acción y sus imponentes efectos especiales se sitúan ante nuestros ojos. Y sobre estos últimos, hay algo que debe ser dicho: son los efectos especiales más hiperrealistas y complejos que se han visto hasta la fecha. ¿Significa esto que son revolucionarios? En absoluto. La palabra adecuada sería más bien “evolucionarios”, sobre todo después de haber visto la progresión de Jar Jar- Gollum-Davy Jones y haber experimentado las películas en estereoscópico con mo-cap (captura de movimiento) de Robert Zemeckis. Lo que ocurre con los efectos especiales de Avatar, aparte del evidente problema por la mediocridad de sus diseños, es que suponen el talón de Aquiles de la película. Una vez se es incapaz de distinguir lo que son píxeles y lo que no lo son, el espectador se olvida de las “vestiduras” para meterse de lleno en el fondo, que en este caso son la historia y sus personajes. Y Avatar tiene una historia tan manida como unidimensionales son sus personajes.


Casi todo el mundo ha visto los trailers de esta película, aunque probablemente pocos se hayan preocupado en desmenuzarlos. Personalmente a mí me daban pavor, debido a que la historia se hacía muy aparente, y tras asistir al Avatar Day rezaba para que los más de 15 minutos que habíamos visto fueran sólo la punta del iceberg. Pero no ha sido así. La película tiene una capacidad nula de sorprender, y uno es capaz de adivinar, no sólo su final, si no también el momento exacto en el que van a morir cada uno de los personajes, que por cierto tienen un carisma nulo. Por si fuera poco, Cameron recicla elementos que ya ha utilizado en algunas de sus anteriores películas, sólo que esta vez de manera más pobre. El personaje de Giovanni Ribisi es exactamente el mismo que el que aparece en Aliens, el militar desalmado y loco es una mezcla del personaje que Michael Bienh interpreta en Abbyss con un poquito de Coronel Kurtz de Apocalipsis Now, y el mensaje ecológico es un híbrido entre La Princesa Mononoke y el que se puede ver en el clímax del montaje del Director de Abbyss. La diferencia que hay entre estos ejemplos es que en el caso original, estaban bien implementados en la historia e incluso tenían más presencia en sus filmes originales. En Avatar, todo viene y va, sin tener ningún peso, siempre al servicio de sus efectos especiales.


La banda sonora tampoco ayuda a que la película levante el vuelo. Cuando Cameron intenta hacer que nos emocionemos en algún momento o nos sobrecojamos por una escena de acción, la escena no sólo es estéril por que sabemos lo que va a pasar o porque sus personajes no nos importen un pimiento, si no también porque la composición de James Horner tiene poco que aportar. Los fragmentos de escenas que se pudieron visionar hace unos meses ya tenían música y efectos de sonido incluidos, pero en aquél momento pensé que se trataba de un montaje provisional, a falta de terminar el definitivo que se estrenaría en salas. Por eso no le dí mayor importancia a que se usara la banda sonora de Apocalypto o los efectos de sonido de Parque Jurásico para sus criaturas. Me equivocaba una vez más. James Horner vuelve a plagiarse a sí mismo, componiendo una sinfonía que mezcla sus mayores éxitos y los que no lo son tanto sin ninguna magia que acompañe a las escenas, repitiendo de nuevo hasta la saciedad su famoso “tariroraaaaaaaá” que no puede faltar en ninguna de las películas en las que ha trabajado. Y para los gritos y rugidos de las criaturas, en lugar e esforzarse en que suenen alienígenas o con personalidad, como habría hecho el maestro Ben Burtt (¿quién no es capaz de recordar al menos tres efectos de sonido de la saga Star Wars?), directamente han cogido la librería de audio de la ya mencionada Parque Jurásico y otras películas. Muy decepcionante. Por no hablar del tema induce arcadas que se ha escogido para los créditos. Una especie de corta-pega del famoso tema de Celine Dion que parece estar gritando “¡Hay que repetir el éxito de Titanic!”.


Podría seguir hablando de las interminables “virtudes” de Avatar hasta la saciedad, pero eso sólo provocaría que comenzara a regurgitar bilis sobre lo que siento por esta película. “Decepción” es la palabra que he utilizado para la adaptación de Watchmen y la cuarta entrega de Terminator, pero el calificativo que usaría con la última película de James Cameron aún no se ha inventado. Espero que ésta no sea finalmente la “revolución” para la forma en la que se disfruta y se hace el cine, porque si es así y tenemos que aguantar “crepúsculos” y “avatares” todos los años, me quedo con las películas que tengo hasta ahora. Recapacita, Jim, que algunos seguimos esperándote.



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martes, diciembre 01, 2009

PELÍCULAS: PRIMER PÓSTER DE IRON-MAN 2




Robert Downey Jr. es ahora una súper estrella. Pero no lo sería si no tuviera ese traje tan exclusivo que lleva en esa peliculita suya basada en un tebeo... ya sabéis, Iron-Man. Y como los de una compañía llamada Marvel quedaron muy satisfechos hace un año, pese a no superar las ganancias de una película sobre un tipo vestido de murciélago, pues dieron luz verde a una secuela.


¿Qué pueden contar en una película que se llama Iron-Man 2? Pues muy fácil. El 2 no está ahí por ser una segunda parte, ¡si no porque hay dos Iron-Man!


Pellizca abajo para ver el cartel completo.







Hasta aquí el Póster de hoy. Y ya sabéis, si ya comienzan a enseñar carteles es que un trailer se avecina... Esperad a diciembre para confirmarlo.

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