lunes, marzo 22, 2010

EVENTOS: STAR WARS IN CONCERT



Hay pocas franquicias cinematográficas que, como Star Wars, sepan saltar de la gran pantalla a otros medios con tanta facilidad. Como muchos PulpoManíacos sabréis, existen tantas maneras distintas de disfrutar la saga creada por George Lucas como formas de expresión artísticas y comerciales pueda uno pensar. Los cómics, videojuegos y series de televisión se dan ya por sentado, porque ya no hay producto de éxito que no pase a estos medios.


Por eso, lo último que nos llega de LucasFilm es una gira de conciertos en la que se puede escuchar en directo los temas más famosos compuestos por el maestro John Williams, tocada por una orquesta sinfónica. Y como podréis imaginar los que no pudisteis asistir, la experiencia fue emocionante e irrepetible...


Sólo tenéis que dar un pellizquito para que os lo cuente.



Lo primero que pensé cuando supe de este concierto fue "¿un concierto sobre una serie de películas?" Y es que el sentido común dice que la banda sonora compuesta para un film, va ineludiblemente unida a las imágenes que quedan plasmadas en la pantalla. Pero tras dejar atrás ese pensamiento (0.0001 segundos más tarde), no pude si no decidirme a comprar las entradas para este evento cuya única sesión en España iba a suceder el 20 de marzo en el Palacio de Deportes de Madrid.





Una vez plantados allí, ya que fui acompañado por aquello de compartir emociones, pudimos ver la tremenda cola que había frente a las taquillas del estadio. Cientos de personas esperaban impacientes para poder conseguir sus entradas reservadas (o probar suerte por si podían comprarlas poco antes de empezar). Este tipo de cosas no hace más que confirmar a uno lo imperecedera y arraigada en nuestra cultura que es la obra de Lucas y compañía. Y no lo digo por los grupos que podían divisarse ataviados de jedis, sith, stormtroopers y demás calaña galáctica portando con orgullo sus sables láser de 200 euros, sino por la diferencia de edades y estructuras familiares que podían observarse a punto de entrar.





Dentro, la miríada de fans y lo laberíntico del recinto llevaban a todos los presentes a la confusión, sobretodo cuando uno se detenía cada diez metros ya fuese porque podía visualizar a Han Solo congelado en carbonita expuesto por un lado o porque una Mara Jade en carne y hueso rodeada de soldados de asalto entretenían a cualquiera de los asistentes que llevase una cámara. Por supuesto, no faltaban tampoco los diversos puestos de merchandising, algunos incluso móviles con forma de carrito con alas de Tie Fighter, pero su elevado precio sólo consiguió ponerme los dientes largos.





Pero lo bueno aún estaba por llegar. Ocupadas nuestras butacas (si es que a unas sillas acolchadas plegables se les puede llamar así) y ya con los nervios a flor de piel, escuchábamos cómo los miembros de la orquesta afinaban sus instrumentos mientras los técnicos hacían pruebas de sonido con los rugidos de Chewbacca. Pronto, una voz nos advertía desde los altavoces: "Damas y Caballeros, les recordamos que las luces se apagarán repentinamente. El espectáculo está a punto de comenzar". Cuánta razón tenía...


Fuera luces. Rayos láser de distintos colores atravesaban el pesado ambiente creado por los humidificadores que acompañaban el silencio previo a la tormenta. Con un movimiento maestro que nadie se esperaba, la orquesta imita a la perfección el característico sonido de THX, seguido de la famosa fanfarria de la Fox. Igual que como si estuviéramos en un cine, recordamos lo especiales que son cada uno de estos sonidos, mientras, como estaba sucediendo ahora, esperábamos con ansias que saliera en la pantalla la frase de "Hace mucho, mucho tiempo en una galaxia lejana...". Tras ver la oración en la pantalla gigante, todo se vuelve a la oscuridad. Miles de personas contienen su aliento al mismo tiempo durante una segundo que parece una eternidad. Y es entonces cuando sucede...


Una explosión de luces y música nos traía la experiencia más vívida y cristalina con la que nunca habíamos experimentado el tema principal de La Guerra de las Galaxias. El público también revienta en vítores mientras que el crawl vertical de letras amarillas que todos recordamos se funde en el espacio. La intensidad de la pieza interpretada por la orquesta era acompañada por varias imágenes sobre la saga que se sucedían. Habían tantos momentos y personajes icónicos como posiblemente nunca han pasado por la historia del cine, y en el mismo momento en que me di cuenta de esta reflexión, invadido por la música, las imágenes y la emotividad del momento, una lagrimilla resbalaba por mi mejilla.


Pero las emociones y las sorpresas no acababan ahí. Tras un estruendoso aplauso, la voz de Darth Vader original, presentaba al que sería nuestro Maestro de Ceremonias y narrador de la historia que acompañaría la música: Anthony Daniels, el actor que no sólo pone voz al repelente pero leal droide C-3PO, sino que también ha ido debajo de la carcasa desde que la saga comenzó. Daniels, vestido con una traje de chaqueta que dejaba entrever un chaleco dorado, intentó chapurrear un poco el español para darnos la bienvenida a todos, y claro, el público quedó encantado.





A lo largo de las dos horas que duró el concierto (sólo interrumpido por una pequeña pausa en la mitad), Daniels presentaba una serie de capítulos ordenados en orden cronológico en los que se nos explicaban los puntos más importantes de la saga, así como sus personajes más importantes. El comienzo no podía ser más espectacular, con el Duel of Fates interpretado por la orquesta y un coro en directo, mientras las imágenes nos contaban cómo comenzaron a conspirar los señores oscuros que darían lugar a la guerra y que en el Episodio I culminaba en el enfrentamiento entre Qui Gonn, Obi-Wan y el temible Darth Maul.


La intensidad de las composiciones escogidas para narrar los acontecimientos más importantes de las seis películas no bajó el listón en ningún momento, aunque habría que entender las diferencias entre la épica de la ya mencionada Duel of Fates y la emotiva Across the Stars, que sustituía las potentes voces corales por la intimidad que crean los oboes. Para poder ver la magnificencia con la que la orquesta tocaba cada una de estas piezas, las imágenes de las películas eran a veces sustituidas por una realización en directo de las cámaras que se situaban junto a los músicos; y hay que decir que la dedicación y el nervio que se les veía a cada uno de ellos se traducía inequívocamente a la música que disfrutábamos.





Tras un gracioso pero agradecidísimo Bis (Daniels nos hizo sufrir, pero al volver al escenario soltó un cómico "¿otra?"), ninguno de los que estábamos allí quería que la experiencia terminara nunca. Se echaban en falta muchos de los temas compuestos por Williams, pero en dos horas que duró el concierto, estábamos de acuerdo en que se escogieron las más representativas.





Cuando me levantaba de mi asiento para dirigirme hacia la salida, pensaba que el sentido de todo esto no era que se trataba de un sacacuartos ideado por el Tito Lucas para aumentar más si cabe sus arcas del rancho Skywalker (o quizás sí), sino que para un servidor era una reunión de personas que aman esta serie de películas como si fueran un ser querido especial que siempre están contentos de ver. A veces nos pelearemos con él, otras veces mantendremos el tipo defendiéndolo, pero al final, cada vez que recordamos la vez en la que nos conocimos, siempre nos emocionamos. Y además, nos gusta compartir este sentimiento tanto con aquellos que lo conocen bien como aquellos que sólo han oído hablar levemente de él. Por eso, si hay una próxima vez, estaremos encantados de repetirlo.


¿Y tú? ¿Te apuntarás también?

2 comentarios:

silentlau dijo...

Pero cómo se me puede poner la piel de gallina sólo de verlo así?????
Me arrepiento, me arrepiento muuuucho por no haber ido!!!
Y sí, yo me apunto a la próxima!! :P

Unknown dijo...

Como dijo alguien en LucasFilm una vez: "Star Wars is forever".

Así que no te preocupes, que ya volverán en el futuro con más música para nuestros oidos!