domingo, agosto 17, 2008

ESPECIAL OLIMPIADAS DE PEKIN 2008




Si, PulpoManíacos, ya sé que este Blog no trata precisamente sobre el mundo del deporte ni pretendo cambiarlo de repente.

Es sólo que el mundillo que tanto amamos en PasionPulp parece también haberse contaminado por el espíritu olímpico. O más bien, diría que contagiado por todo lo que rodea a las actuales Olimpiadas celebradas en Pekín (o Beijing, como queráis).

Por eso, y porque llevo un tiempecillo sin actualizar, os dedico este macropost con todo lo influenciado por estas olimpiadas y la moda china en lo que lleva de verano: doble review peliculero, animación y spots variados.

¡Ni se os ocurra perdéroslo!



La Momia: La Tumba del Emperador Dragón






El primer review que voy a hacer es precisamente la última película que he visto, la tercera entrega de La Momia (si no incluimos al Rey Escorpión, claro). Esta vez Stephen Sommers sólo produce la película, ya que se encuentra en pleno proceso de producción de la adaptación de G.I.Joe como muchos sabéis, así que el director escogido para devolver a la familia O’Connell a su lucha contra los no-muertos es Rob Cohen.

Lo cierto es que la película estaba rodeada de escepticismo, ya que después del relativo éxito comercial de la segunda parte y su posterior linchamiento, el mundo creía que otra entrega de esta franquicia de aventuras era totalmente innecesaria. Por ello, lo primero que hizo la Universal para no desviarse de lo que había tenido éxito en las primeras entregas, se aseguró de amarrar bien a Brendam Fraser para calzarse de nuevo las botas de Rick O’Connell, aunque el problema era que había que encontrar una idea distinta pero afín al espíritu de la saga. Así que, ¿por qué no cambiar las momias egipcias por los soldados de terracota chinos?

Sí, a la Universal se le escapó Rachel Weisz, pero no iba a quedarse sin actores estelares, así que contrató a los maestros de artes marciales Jet Li y Michelle Yeoh, para los papeles del malo y de la ayudante buena respectivamente, así como traer de vuelta a John Hannah en el papel del “jarjarbinks-esco” hermano de Evey.

¿Cuál es el resultado entonces de tal mezcla en manos de Cohen? Pues una cinta entretenida, con sus momentos de humor y acción bastante conseguidos, pero que no llega a trascender más allá. Ya desde el comienzo, en el prólogo del estilo al que nos tenía acostumbrados las anteriores películas, se pueden ver ciertas carencias. Aparte de ser menos espectacular de lo que Sommers era capaz de mostrarnos, era un pelín demasiado largo y lleno de explicaciones para una película que se centra exclusivamente en la diversión sin ir más allá, por lo que uno puede caer en el aburrimiento. Además, el aspecto no pinta demasiado bien en este fragmento del film, ya que la fotografía y la ambientación se acercan peligrosamente al de una TV movie del montón.

Pero una vez que la cosa arranca y nos ponen a todos los personajes en la palestra, hay que decir que la película se sostiene bien y entretiene. Curiosamente, me sentí como los protagonistas, el matrimonio O’Connel, que está soporíferamente aburrido hasta el momento en el que el gobierno les pide que entren en acción para llevar una reliquia hasta el corazón de la china de finales de los 40. Y aquí, por supuesto, es cuando empieza la acción sin frenos y el festín de efectos especiales, encontrándonos con todos esos elementos que deseamos ver en este tipo de películas: templos y tumbas repletas de riquezas y trampas a partes iguales, no muertos con superpoderes que buscan aún más poder, monstruos mitológicos, personajes tramposos, personajes locos,… Todos entran en el puchero en mayor o menor medida como ingredientes básicos.

Todo esto suena muy bien, pero la historia realmente gira en torno a las relaciones del triángulo Padre-Madre-Hijo, destacando claramente la vertiente paterno-filial, ya que el personaje de Evey ha sido disminuido en sus dosis para esta película por razones obvias, ya que Rachel Weisz fue sustituida por Maria Bello. Y sí, se nota muchísimo esta sustitución y La Tumba del Emperador Dragón se resiente por ello, ya que no existe el mismo tipo de química entre Rick y Evey que había antes. Aparte de esto, parece mentira que los guionistas de esta película hayan sido Alfred Gough y Miles Millar, responsables de la serie Smallville y del guión cinematográfico de Spider-man 2; la historia es demasiado simplista y repite como si fueran ecos situaciones que ya habíamos visto no sólo una vez, si no dos, y eso si no contamos referencias a otras películas que no pertenecen a la franquicia. Y luego están las eternas preguntas sin responder, como de dónde salen, no uno, si no tres yetis que son aliados de la hija del personaje de Yeoh o por qué Jet Li se convierte precisamente en un dragón de tres cabezas (otro enigama con el número 3), así como de dónde sale y quién vive en Shangri La. Después del extenso prólogo, no hubiera estado mal atar mejor la mitología de la película explicando un poquito. Al final estas cosas no entorpecen la película en absoluto, y uno se autoconvence de sólo son excusas para hacer avanzar la trama; pero si se hubiera tratado con más mimo, hubiese enganchado más al espectador.

La música también ayuda a que no nos sintamos muy dentro de la película, ya que es la tercera película y tercer compositor nuevo que entra en el equipo, por lo que no hay una unidad temática como en la mayoría de trilogías y sagas que nos haga sentirnos como “en casa”. Para este cometido se contrató a Randy Edelman tras Alan Silvestri (en la segunda) y el fallecido Jerry Goldsmith (que compuso una banda sonora sobresaliente para la primera), y pese a ser un compositor que ha creado temas divertidísimos y de enorme belleza (todo el mundo ha escuchado y soltado una lagrimita con el tema de Dragon Herat), en esta Momia se le oye de lo menos inspirado.

Con todo esto, creo que Rob Cohen ha hecho un trabajo decente con esta película, y resulta menos chocante que la trama “me lo saco todo de la manga” que tanto afectó a la segunda, lo que la hace bastante disfrutable. Aunque también pierde ese aire esperpéntico y lleno de extravagancias típicas de Sommers y que al menos daban ese toque distintivo. Si os gusta el tema y los personajes, no saldréis decepcionados, pero id a verla pensando que es mero entretenimiento palomitero, y ni siquiera del mejorcito, sobretodo cuando hay otras películas en la cartelera más interesantes.









Kung Fu Panda





Dreamworks Animation también se ha unido a la “fiebre amarilla” de este año y apunta a toda la familia con un film basado en películas de artes marciales con un Panda gracioso y gordinflón como protagonista.

La productora de animación de Spielberg y compañía surgió hace unos años dedicada a competir con un estilo diferente lo que la todo poderosa Disney sacaba a los cines, y tras unos cuantos experimentos en 2 y 3 dimensiones, fue capaz de adelantarse a su nivel con Shrek, una película redonda en todos los sentidos y caló profundamente en el público. Sabiendo esto, Dreamworks no ha tenido tantas grandes películas como ha tenido el rey de la animación en estos momentos que es Pixar, debido a la poca originalidad de algunos de sus guiones y el excesivo peso que descansaba sobre los nombres famosos que ponían voces a los personajes. Hormigaz realmente daba esperanzas de que el tandem PDI/Dreamworks fuera a más y realmente culminó en Shrek, pero tras una divertidísima segunda parte del ogro verde solo fue seguida de tropiezos como el Espantatiburones (cuyos fallos sólo se podían superar con los desastrosos doblajes que la productora escogía en este país) y la pesada y repetitiva Shrek Tercero, haciendo que el personaje deje de ser divertido. Luego hay una película más que decente entre medias que es Over the Hedge, pero que no tenía la agudeza que caracterizaba la película de Shrek.

Pero anunciaron Kung Fu Panda, y el trailer por un lado me parecía más de lo mismo y por otro daba impresión de que podía ser algo prometedor. Mientras que la voz de Jack Black me rechinaba, el estupendo trabajo de color y diseño parecían llevar la animación de Dreamwoks a un nuevo nivel. Gracias a dios que fui a verla.

La película comienza con un pequeño prólogo realizado en dos dimensiones con una animación y estilo tremendos; una hipérbole que te hace sonreír y soltar un chorro de adrenalina antes de que empiece la trama principal. Este par de minutos está tan bien realizado que ya vale la pena el haber pagado la entrada. Pero lo mejor es que la película se mantiene y avanza a muy buen ritmo, de forma que el espectador se mete en la historia antes de darse cuenta. La historia en sí es muy, muy sencilla, pero está plagada de referencias (y no de las descaradas) al cine de artes marciales en general y a muchos cuentos zen que añaden “algo más” a lo que podría ser un film infantil más. Kung Fu Sión, Matrix y Kill Bill son algunas de las películas más modernas que me vienen a la mente cuando veía este Kung Fu Panda.

Los personajes son más o menos arquetípicos, sobre todo los Cinco Furiosos, que funcionan más bien como un solo personaje, y el malvado Tai Lung no deja de ser el típico discípulo furioso que busca más poder, pero hay que decir que los protagonistas, los dos pandas (uno normal y otro rojo) Po y el Maestro Shi Fu son una delicia cuando interactúan y se desarrollan. Mención especial para el Maestro Oogwai interpretado por Randal Dae Kim, que no sólo está especialmente bien diseñado y animado, si no que su carácter se come la pantalla cuando aparece, soltando frases que a más de uno le harán pensar durante un rato cuando salgan de la sala.

El guión, sencillo pero afilado, está además bien sazonado de escenas de acción con un soberbio Kung Fu, como no podía ser de otra manera. Lo bueno de este tipo de animación es que no necesita ser muy realista y puede exagerar cualquier tipo de acción para conseguir coreografías imposibles incluso en manos (y pies) de maestros como Jet Li o Jackie Chan. El escape de Tai Lung de la prisión y su posterior batalla con los Cinco Furiosos en el puente son de lo más impresionantes. Desde luego los animadores de PDI y Dreamworks se merecen el debido reconocimiento por esta película.

Aunque el sentido del humor sea más o menos infantil e ingenuo en esta película, realmente recomiendo el visionado para aquellos que amen la animación y quieran ver algo de calidad, así como a personas que simplemente quieran pasar un rato entretenido. Dreamworks vuelve a subir el listón.





Y ahora que os habéis leído de arriba abajo este par de reviews peliculeros, os dejo con un par de vídeos más que curiosos relacionados con las Olimpiadas de Pekín.


En primer lugar, y ya que venimos de hablar de Kung Fu Panda, os voy a poner un pequeño montaje promocional animado que los británicos emiten en su televisión con motivo de los Juegos. Está realizado por los creadores del grupo musical Gorillaz, Damon Albarn y Jamie Hewlett, y en este caso han cogido uno de los cuentos más famosos de la cultura china, Viaje al Oeste, en el que se cuentan las peripecias del Rey Mono y sus amigos. Historia por cierto en la que se basa el manga más famoso de todos los tiempos, Dragon Ball. La música y la animación son especialmente hermosas, así que espero que os guste.








Otro spot animado, pero en este caso de un corte totalmente distinto al anterior. Parece que esta vez se han basado en la reciente película de Transformers dirigida por Michael Bay. El resultado es espectacular. ¿No os parecen formas cybertronianas los robots que aparecen?






Con esto, os dejo hasta los siguientes reviews, ¡que todavía me dejo alguno en el candelero!

¡A disfrutar y animar mucho a vuestros respectivos países para conseguir el oro!

2 comentarios:

Miguel Valderrama dijo...

¡¡VAYA!!, muy chulo el spot, nos deja a los españoles un poco por los suelos despues por lo de la eurocopa, pero bueno. Por cierto si que se ven los ads.

Pd: el de gorillaz es jamie hewlett no jamie hewitt.

Unknown dijo...

ups, fallo que hay que corregir.

Thank you.