domingo, mayo 11, 2008

REVIEW: SPEED RACER




Los hermanos Wachowski dejaron maravillados al mundo entero con su Matrix, aunque luego con sus secuelas el público y la crítica se dividieron en dos bandos. Ahora vuelven a ponerse en las sillas de director para hacer un cambio total de lo que es su registro hasta ahora y nos traen Speed Racer, una película para toda la familia.

¿Conseguirá Speed llegar el primero a la meta o tendrá un reventón antes de terminar la vuelta?



Empiezo yendo al grano: Speed Racer es una película especial. Y con especial no me refiero a “rarita” o “de culto”, me refiero a que realmente se separa del resto de películas para dar una sensación fresca y gratificante. A estas alturas casi todo el mundo habrá visto los trailers y los clips de TV, y seguramente ya estará empezando a haber críticas desfavorables que más bien son prejuicios dañinos. Que si los colorines que tiene pueden dar dolor de cabeza todo lo que dura el film, que si los Wachowski demostraron que no tenían talento con las secuelas de Matrix (¿?), que si es una copia del videojuego F-Zero, que si será muy infantil, que si bla, bla, bla,…


A todos los que piensen esto para de alguna manera mantenerse alejado de los cines para verla antes de opinar sólo puedo decirles que me dan pena. Y no digo esto con todo el desprecio del mundo, si no que realmente me compadezco de esas personas porque el niño que tienen dentro y que se siente atraído por el cine está muerto y enterrado. Si realmente hay una lista de directores capaces de hacer lo impensable y salirse de la línea marcada por los demás, los Wachowski seguramente estarían de entre los primeros de esa lista, y Speed Racer es imaginación y amor al cine en estado puro.


Ya con el comienzo de la película se puede respirar no sólo el respeto, si no la tremenda admiración que los hermanos tienen por la serie de dibujos animados en la que se han basado. El tema principal que aparecía en la obertura de la serie está ahí de manera clara pero elegante gracias a un Michael Giachino que está convirtiendo en uno de los compositores más sobresalientes y que casi se podría decir que mejora con cada nueva partitura. Los colores que son aún más vibrantes que cuando los dibujos se estrenaron allá por los años sesenta, conforman una fotografía excepcional que pronto será copiada hasta la saciedad, todo gracias al saber hacer del director de fotografía David Tattersall. Y por supuesto cada actor, cada personaje, que se pasea por delante de la cámara parece formar parte de ese mundo fantástico que los Wachowski y su equipo se han esforzado tanto en crear. Cuando uno ve este mundo por primera vez puede sentir como que no es realista, pero es porque nuestra mente sabe perfectamente que no puede existir. Sin embargo, ese mundo nos atrapa en esos primeros minutos de manera que cuando pasen dos horas no queramos salir nunca de él. De hecho, cuando la película acabó, me monté en mi Wolkswagen Golf (blanco, por supuesto) y lo convertí en mi Match 5 para volver a casa revolucionado, viendo pasar las luces de colores a mi alrededor. Mi mundo había cambiado, pero ahora echaba de menos los botones de salto y acrobacias en el volante…


La narrativa y los efectos especiales también están fuera de serie. Aunque la mayoría de las veces están hechos para hacernos sentir nostalgia no sólo por el antiguo Speed Racer, si no por todos esos dibujos animados que disfrutábamos de pequeños, hay varios momentos en los que no se parecen a nada que hayamos visto anteriormente. El car-fu o lucha acrobática de los bólidos en plena carrera es impagable, y seguramente no se verá nada parecido en los años que vienen. Coches saltando, patinando y dando vueltas de campana uno pegado al otro como si fuera un delicado pero violento ballet es algo que vale muchísimo la pena ver. Cada decorado y cada circuito es tan irreal y completo que no me gustaría dar ni un solo detalle para el que vaya a verla se sorprenda tanto como yo por sus texturas y sus detalles. Si crees que en esta película pasa como con Iron-man en cuyos trailers se ve cada una de las escenas de acción que van a aparecer en la película, estás muy equivocado.

Pero donde muchos pensarían que esta película está hecha para hacer ruido y confundirnos con planos mareantes (cosa que no es cierta, ya que los planos están perfectamente medidos), Speed Racer sorprende más demostrando que no es un producto vacío, si no lleno de corazón. Servidor fue pensando que era una película para niños, pero salí convencido de que era una película familiar. Aunque la cinta está plagada de humor, sobretodo de parte de los personajes Spritle y Chim-Chim (el chimpacé), Speed Racer nunca llega a ser sonrojante, si no más bien simpático. Aunque en lo que tenía más miedo era con las escenas serias o dramáticas, ya que suelen ser el punto débil de todas las películas destinadas también a los más pequeños y Speed Racer me ha sorprendido con una historia sin moralinas descaradas, tramas excesivamente simplistas y dinámicas familiares empalagosas. En ningún momento sentí la más mínima vergüenza por ver u oir lo que tenía delante, más bien lo que narra la película me llegó con tanta o mayor intensidad de lo que podía llegar al niño de 12 años que tenía sentado enfrente.


Los Wachowski no nos vuelven a contar la historia del joven que se pervierte por el camino de la competición porque lo único que quiere es ganar hasta que su familia le ayuda para darse cuenta de que no es lo más importante. Speed Racer no va de eso. En una sociedad donde se alaba la frialdad y en la que hay que ser más caradura o más hij****a para llegar a la cima, lo que nos cuenta esta película es más el no caer ante estos individuos que se creen que lo controlan todo. El coraje, el talento y el amor son el combustible indispensable para demostrar que uno no tiene que desfallecer por mucho que le digan que la honestidad no tiene nada que hacer en este mundo.


Recomiendo esta película a absolutamente todo el mundo, desde familias enteras hasta cualquier cultureta gafapastas que se crea que sabe mucho de cine. Si con Iron-man quedaba inaugurada la temporada de verano, con Speed Racer no puedo estar más contento de que se confirme la buenísima temporada que nos espera.


4 comentarios:

silentlau dijo...

¡Vaya! Mis amigos fueron también el viernes y no me paran de criticar la película y me estaba acojonando sólo de pensar en ella, pero tú me has vuelto a dar ganas de verla, jejeje Espero que sea en breve ;) Un saludo!

enaga dijo...

totalmente deacuerdo contigo, una GRAN pelicula, cine en estado puro.
escribo esto desde mi puesto de accion social (jodete menchu)... y aunque no he visto nunca la serie original la peli me ha parecido de lo más original que he visto estos ultimos años.... merecidos 5 pulpos.

BUDOKAN dijo...

Tengo muchas ganas de ver el film y hasta ahora sólo he leído acerca del mismo. Me gustaba mucho Meteoro cuando era pequeño. Saludos!

silentlau dijo...

Joder, ya la he visto y merece muchísimo la pena, la verdad. Las carreras son mortales, Racer X, bextial!! Aunque me sobran el niño y, en algunos momentos, el padre. Pero la estética es magnífica, a pesar de lo que digan algunos que no han visto la peli. Y los efectos visuales son una auténtica pasada. No es una peli que pretenda comprarme, pero como experiencia merece, y mucho, la pena.
Un saludo!