Ahora que comienza el frío, ¿qué mejor que meterse en el cine con la calefacción puesta para pasar un buen rato? Y ya que estamos tan cerca de la época navideña (aunque bien podría decirse que hace casi un mes que hemos entrado en los "previos"), no puede haber una película más adecuada que la adaptación de Robert Zemeckis el clásico de Dickens Cuento de Navidad.
Y como viene siendo marca de la casa en las producciones del director de Beowulf y Polar Express, de nuevo la técnica del mo-cap es la principal excusa sobre la que se construye la película y se diferencia de las demás versiones del cuento.
Si realmente vale la pena su visionado sabiéndose de memoria la historia, ya es arena de otro costal...
Cuento de Navidad es la primera película que Zemeckis y Disney hacen en conjunto para aprovecharse de los nuevos avances en la animación por ordenador, la mo-cap o captura de movimiento y la estereoscopía, y para ello el famoso cineasta ha optado por una historia llena de ingredientes narrativos y artísticos que podían adaptarse como un guante a estas nuevas tecnologías. Y por si fuera poco, y como ya hizo en Beowulf y Polar Express, se ha rodeado de un elenco que ya quisieran para sí otras producciones, contando con Jim Carrey como protagonista supremo acompañado de actores de alta categoría como Gary Oldman, Bob Hoskins, Colin Firth y Robin Wright Penn.
¿El resultado? Una auténtica maravilla que nadie se debería perder.
En los tiempos que corren (sí, he aquí alguien más que alude al periodo de crísis...), uno normalmente va al cine sólo si sabe que vale la pena lo que proyectan. La entrada no es que sea precisamente barata, y menos si tenemos en cuenta los aumentos por ser exhibida en digital y/o en tres dimensiones. Por si fuera poco, muchas películas utilizan recientemente ese gimmick de las gafas polarizadas para hacer su propuesta más interesante, cuando pocas veces realmente utilizan el medio como deberían. Bueno, pues para aquellos que tuvieran algún temor a que este Cuento de Navidad fuera un producto subpar, típico de la temporada que nos viene encima, puede respirar tranquilo. Zemeckis lo consigue de nuevo.
Sin embargo, la película tiene su pega (aunque realmente es algo subjetivo), y es que Cuento de Navidad de Charles Dickens es una de esas historias que hemos visto hasta la saciedad y en un millar de envoltorios diferentes; ya sea en épocas diferentes al planteamiento original, o con Teleñecos de por medio. Pero de nuevo, y gracias al estilo que ha escogido para dar forma a la historia, por fín puede insuflar vida al cuento de Dickens de una forma como nunca se había visto antes. La mezcla que hay entre el realismo fotográfico y la estilización de fantasía ayudan a que el relato se desarrolle de una forma tan eficaz como la historia requiere. Toques de terror, drama costumbrista, fantasía colorista o humor tirando a lo "cartoon" son reproducidos con total naturalidad, si bien hay un par de ocasiones que al espectador pueden rechinarles, como la pérdida de gravedad de los personajes en algunos momentos señalados.
La estereoscopía (o el 3-D para la mayoría de los mortales), es una delicia como no se había visto desde la película que trajo el fenómeno de vuelta a la palestra, Beowulf. Zemeckis controla el medio hasta la perfección, y su realización lo demuestra, pero la cosa no se queda ahí, ya que el director se permite escoger diferentes formas narrativas que se aprovechan de la profundidad simulada. Así, es muy destacable como cada espíritu de los que se presentan ante Scrooge, utiliza un método diferente de viajar en el tiempo (o a las distintas realidades) o de manifestarse, ya sea volando a velocidades imposibles o jugando con sombras que salen de su lugar. Aparte de estos ejemplos visualmente más espectaculares, Zemeckis también utiliza la estereoscopía de forma elegante y simple, como la aparición de los créditos de inicio, acompañados de una vela encendida en el margen derecho de la pantalla, y que da una sensación de inmersión y calidad como sólo se puede conseguir con este tipo de proyecciones.
A destacar también la maravillosa composición de Alan Silvestri, que aunque no se lució demasiado en la banda sonora de G.I.Joe de este mismo año, en Cuento de Navidad insufla de un aire navideño y con gran variedad de sonidos que contagian con facilidad la energía que la historia transmite.
En definitiva, Cuento de Navidad es una película que nadie debería perderse, ya que resulta una experiencia cálida sumada a un buen sentido del espectáculo que ayuda a descubrir de nuevo la famosa historia de Dickens. Una pena que muchos se la perderán por creer que están ante una película infantil con poco que ofrecer...
2 comentarios:
Vaya, pues ahora me estan dando ganas de verla, me cago en todo...
Lo que pasa es que me encuentro cada vez más sumido en la más absoluta de las miserias. Así que desgraciadamente no veo probable que la vea en 3D.
3D or no Deal
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