miércoles, julio 29, 2009

REVIEW: HARRY POTTER Y EL MISTERIO DEL PRÍNCIPE




Ya dije que la nueva entrega de Harry Potter me llamaba más bien poco, así que me olía que la review de PasionPulp nunca llegaría... Menos mal que que LauraDarko, una de nuestras más fieles Pulpo-acólitas, nos ha preparado esta breve pero esclarecedora reseña.


Así quien aún tenga dudas seguro que se decide un poco más en una dirección o en otra en esta review sin grandes spoilers.


¡Echadle un vistazo!



Dos años llevábamos esperando la sexta entrega de la saga de Harry Potter. La verdad es que se hizo esperar tanto, que hasta algunos aficionados de la franquicia terminamos por olvidarnos de ella. Aunque, según se acercaba la fecha, volvió a surgir ese cosquilleo de cuando se acerca algo con lo que llevas disfrutando ocho años ya.


La película (la segunda de la franquicia que firma David Yates y que se va a encargar de las dos que quedan) abre de un modo diferente a entregas anteriores: sin la familia adoptiva de Harry. Que aunque eran algo cargantes y estaban hechos para caer mal por cómo trataban al niño (ya adolescente tirando a universitario), los tíos y el primo de Harry siempre terminaban por hacerte gracia. Y es que esto ya te sitúa en cómo va a ser el filme: aún más oscuro que la anterior entrega (La Orden del Fénix). En lugar de todo esto, Harry se encuentra con el director de Hogwarts, el Profesor Dumbledore, en una intrigante imagen al otro lado de una desolada vía del tren. Aquí ya te hueles algo malo. Sobre todo porque parece más bien que el mago esté poseído. El anciano aliado de Harry le quiere pedir un oscuro favor, y a la vez, gracias a esto, nos regala las pocas escenas en las que podemos disfrutar de uno de los mejores personajes de la saga: el innombrable, Lord Voldemort.


Uno de los mejores elementos de El misterio del Príncipe es el actor que interpreta al nuevo profesor de Hogwarts, Horace Slughorn: el gran Jim Broadbent (previously in Moulin Rouge, como Zidler, o en Indiana Jones y la Calavera de Cristal, como Stanforth). Horace no es un personaje para tirar cohetes, pero su construcción e interpretación es de lo más decente y funciona muy bien.


Hasta aquí, lo destacable positivamente. Porque la película, aunque aburrida no es, no nos cuenta hechos que realmente nos mantengan alerta, excepto unas pocas secuencias con el profesor Snape (uno de los personajes que salvan la película con sus dobles juegos, e interpretado por el genial Alan Rickman), la desaprovechadísima (parece algo habitual en este año con esta actriz) Helena Bonham Carter, como la mortífaga Bellatrix, o algún episodio entre Dumbledore y Potter. El resto de las dos horas y media, hemos de conformarnos con los líos amorosos de los adolescentes: triángulos amorosos y hechizos varios.


De efectos especiales, la película anda bastante escasita. Hay algunos conjuros llamativos visualmente y algún partido de Quidditch (que ni siquiera alcanza la espectacularidad de los presenciados hasta ahora). También nos encontramos con unos cuantos Gollum (sí, esa criatura de El Señor de los Anillos, que se cuela en esta película como si tal cosa con un montón de clones) en una secuencia que no viene ni a cuento. Y ya. Lejos se quedan aquellas espectaculares escenas con arañas gigantes, hipogrifos y demás criaturas.


Y por fin llegamos a uno de los grandes fallos de la película, algo casi imperdonable (cuidadín con los spoilers): no entres en la sala o te veas un screener esperando las impactantes imágenes con el “Innombrable”, que no te engañen los tráilers en los que Vordemort parece estar en plena acción: no vas a ver a Ralph Fiennes. No existe ni un leve Harry Potter vs. Voldemort. Ni un encontronazo casual. Confórmate con ver a un pequeño Tom Riddle (con ese nombre fue bautizado en su día) en un par de encuentros con Dumbledore vía flashback (ni siquiera es en época actual), cuando todavía era un niño desubicado y empezaba a mostrar sus imponentes poderes (fin de spoilers).


Esta película, en realidad, da la sensación de ser el típico capítulo de transición, en el que, como si de un juego de ajedrez se tratase, las fichas comienzan a colocarse en su sitio para que comience el verdadero juego final. Estos capítulos suelen ser muy flojos, de los menos interesantes de la serie, pero en realidad nos preparan para lo que viene a continuación. Espero no equivocarme, y que las dos partes de Las reliquias de la muerte, que se estrenarán en 2010 y 2011, nos aporten mucha más acción, efectos especiales, tramas interesantes y Lord Voldemort.


A esta peli, más que pulpos, le daría chopitos. Y la nota sería 6 raspao: un aprobado superando el justito.


LauraDarko


Hasta aquí la Review de la sexta entrega de Harry Potter. Creo que después de leer lo que Laura Darko tenía que decirnos, yo me sé de uno que se va a esperar a verla en DiViDí...

6 comentarios:

Ceballos dijo...

Esta entrega es más oscura que las anteriores... Eso se lleva diciendo cinco pelis, creo que en las últimas se va a ver menos que en Aien vs Predator Requiem.

Entonces, has dicho que esto es como Mentiras y Gordas pero con trucos de magia, ¿no?

silentlau dijo...

jaaaaaa!!! Pues casi!!! Aunque no he tenido el "placer" de ver "Mentiras y gordas"...
Se echa de menos a Gary Oldman y su Sirius Black, mecagüen...

Javier de Torre dijo...

La peli es un poko troncho...

Anónimo dijo...

Pues la verdad, si un 6 es un 5 raspadito, que venga JKRowling y lo vea(y agradezca).

La peli es MALA CON AVARICIA, sólo al nivel de Transformers 1 y 2. Para ver historias de adolescentes estúpidos prefiero Sensación de Vivir o incluso Crepúsculo, que siendo otra digestión pesada tiene mucho más "saber hacer".

Lo siento por David Yates, ya no goza de buena reputación. Dejemos las cosas grandes a los que sepan mantener el tipo. Y no es que las pelis de Harry fueran muy grandes (en metraje, sí, claro), pero con este entrega, todos los involucrados se han cubierto de gloria.

Laura Darko incluida, con esta review.

silentlau dijo...

Julián, cabrón, muestra tu rostro y no escribas como Anónimoooooooooo!!!!
Eres malo malo!!!!
jajajajajajajaa

Sr. D. Julián dijo...

Pero si es que no soy socio honorífico ni nada! Esto no me deja poner mi foto, jajajajaja. Pero conste que ahora pondrémi nombre:

Fdo.: Sr. D. Julián.