viernes, marzo 16, 2007

CINE: LA MALDICIÓN DE LA FLOR DORADA

¡Ceballos a la carga con un 2x1! Sí, señor, se lo está currando nuestro nuevo colaborador. Esta vez, se trata de un review de la nueva película de Zhang Yimou, La maldición de la flor dorada, una nueva incursión del director en el cine wu-xia (las pelis de artes marciales con cables y culebrones, básicamente), más un análisis de una nueva figura de Venom de propina. Os recuerdo que el film de Yimou aún no está en las salas, y que esta proyección se pasó en la inauguración del V Festival Sci-Fi en Madrid, a un mes del estreno aproximadamente. Tras leer lo que Ceballitos nos cuenta, tengo unas ganas terribles de ver esta película, ya que me encantaron Hero y La casa de las dagas voladoras, también de Yimou, y por causas ajenas y de aislamiento anti-social (uséase, curro) no pude acercarme al festival. ¡Estoy que me muero de envidia, Ceballos (menos por lo de los gafapastas)! Y que os aprovechen los reviews.

La maldición de la flor dorada.

"Man cheng jin dai huang jin jia"

Así, es, estimados lectores: algo menos de dos meses antes de su estreno oficial, aquí tenéis la review de la última película del maestro chino Zhang Yimou (Hero, La casa de las dagas voladoras). Siguiendo su línea habitual, esta es una película ambientada en la China medieval, con lujosos palacios y vestidos. En esta ocasión se trata de la dinastía Tang (hace unos mil años), que tradicionalmente se ha conocido por ser más ostentosa que cualquier otra.

Primero quiero advertir que esta película trata sobre todo de las intrigas palaciegas que se desarrollan en el palacio imperial, y que tiene mucho menos lucimiento de artes marciales que otras cintas de este director, así que para ver una de chinos zurrándose, hay un pack de Bruce Lee en Carrefour a 10 euros. La que nos ocupa es mucho más preciosista, con suntuosas estancias forradas en oro y tapices, y hordas de lacayos para atender cualquier necesidad.

La he encontrado menos completa que “La casa de las dagas…”, seguramente por encerrarse casi durante toda la película dentro de los muros del palacio, lo que limita la variedad de escenarios. Aún así, la gran baza de Zhang Yimou sigue surtiendo efecto, y es su capacidad para hacer de cada fotograma una obra de arte, realizada tan cuidadosamente como la manicura de la emperatriz, encarnada por Gong Li (Memorias de una geisha). En este caso, el dorado invade la pantalla casi a cada momento, mostrando la grandeza de la familia imperial, y haciendo honor al proverbio: “Oro y jade en el exterior, putrefacción y decaimiento en el interior”.

Pero aunque esta sea una película de traiciones, amores prohibidos y personas con muy mala idea, lo que conforma un culebrón en toda regla, las secuencias de acción también están presentes, y con mucha intensidad. Así, encontramos el asalto al palacio como una de las escenas de batalla más memorables, por su narración, por su estética, y por la grandiosidad de lo que muestra. Por supuesto no podría haberse hecho sin una buena guarnición de chinos, pero como está claro que allí lo que no falta es gente…

El emperador, Chow-Yun Fat (Asesinos de reemplazo, Tigre y dragón y próximamente Piratas del caribe III) está impresionante. Este actor es enormemente carismático, pero enfundado con una armadura de oro y con larga melena al viento, se come la pantalla.

La película se ha proyectado en la V Muestra de cine Fantástico organizada por el canal SciFi en Madrid, a la que accedimos gratis, echándole un poco de cara. Con un poco de suerte, colgaremos algún otro de las películas que se proyecten. Por cierto, que el porcentaje de “gafapastas” y “culturetas” que había allí era abrumador. Y quien pueda pensar que nosotros nos deberíamos contar entre ellos, es que no vio lo que se cocía allí. Al final, es muy fácil reconocerlos, cuando, en el momento más dramático de la película, estalla una carcajada generalizada cuando todo sale a la luz. Muy triste. Pero en fin, de todo tiene que haber…

Ceballos

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